Los restos de Thiago Sosa, el pequeño de sólo tres años que murió calcinado al incendiarse su casa fueron velados este martes con escenas de profundo dolor, en una humilde vivienda del barrio España de Las Termas, en Santiago del Estero.
Velaron a Thiago, el niño de tres años que murió al incendiarse la casa donde lo dejaron encerrado
El mismo lunes, en horas de la tarde, el médico forense practicó la autopsia al niño, confirmando que había fallecido producto de la acción del fuego sobre su cuerpo. Sin embargo, el cadáver fue entregado recién ayer en horas de la tarde al abuelo materno del menor, ya que restaba tomar una muestra de material genético.
Durante la jornada de ayer, familiares y vecinos se acercaron a la casa que durante la madrugada del lunes se convirtió en un infierno. Thiago había quedado solo y encerrado bajo llave; unas horas antes su madre y la pareja de ésta, habían partido en su camioneta hacia Bolivia para comprar ropa. Regresaron del camino al ser alertados del fatal desenlace.
Las manchas negras alrededor de las aberturas y las habitaciones prácticamente consumidas por el fuego, permitían dimensionar lo devastador del incendio, y mucho más al recordar que el pequeño Thiago fue hallado calcinado debajo de frazadas junto a una ventana.
La Justicia de Las Termas autorizó que la madre, Miriam Sosa, de 22 años, a su pareja, José Silo, y a la abuela, Hermenegilda Espinoza, a asistir al último adiós a la víctima del trágico hecho ya que los tres están aprehendidos por la muerte del niño y se investiga sus responsabilidades.
La representante del Ministerio Público Fiscal les pondrá en conocimiento los cargos en su contra: "Abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo".
Los sospechosos tendrán su oportunidad de contar su verdad y explicar cómo fue el Thiago quedó solo y bajo llaves en la casa.
El Centro Judicial de la ciudad termal también será escenario de la audiencia de legalización de las aprehensiones. La Dra. Deroy solicitará convertirlas en detenciones por al menos 15 días, mientras acumula más elementos de prueba.
Restan producir testimonios, informes completos de la autopsia, informes socioambientales y pericias genéticas.
Terrible negligencia
El fuego se habría originado por un cortocircuito en una conexión clandestina dentro de la habitación en la que dormía el pequeño que había sido encerrado bajo llave por su madre y su pareja.
Vecinos y Bomberos combatieron el fuego y, al lograr ingresar, se encontraron con el cadáver, ya que nadie sabía que el menor se encontraba en el interior.
Fue hallado junto a la reja de la ventana, quizás buscando escapar de su trágico destino. Los Bomberos de la Policía de la ciudad Capital realizaron las pericias en el lugar para establecer las causas que originaron el foco ígneo.
El dramático hecho comenzó alrededor de las 2 de la madrugada. Los vecinos de la humilde casa del 6º Pasaje del barrio España comenzaron a ver que salía humo de las ventanas y en minutos las llamas se apoderaban de todas las habitaciones.
En un primer momento habrían tratado de sofocar ellos mismos el fuego, arrojando agua en baldes y utilizando mangueras, pero se dieron cuenta de que sus esfuerzos eran inútiles ante la voracidad del foco ígneo.
Rápidamente llamaron a la Policía y a los Bomberos de la ciudad termal, quienes acudieron en cuestión de minutos, pero para ese momento las llamas ya se habían apoderado de toda la casa y mientras trataban de abrir las puertas o forzar las rejas de la ventana, crecían los interrogantes si podía haber alguien en el interior o no.
En el lugar residía Miriam Sosa de 22 años, su hijo Thiago de 3 y la pareja de la joven, identificado como José Silo. La madre de la mujer deslizó que durante la tarde del domingo su hija le había manifestado que posiblemente viajaría con su pareja a Bolivia, y que ésta le habría pedido que dejara a su nieto con ella.
Como nunca llegaron a su casa, presumía que no habían concretado el viaje. Aparentemente se trasladaban con frecuencia al país vecino para comprar ropa y revender.
Más tarde llegó al inmueble el padrino del niño, el cual deslizó que había visto subir a Miriam Sosa y su pareja a la camioneta pero desconocía si viajaban a Bolivia o no.
Mientras tanto, los Bomberos trabajaban a destajo para poder controlar el fuego, hasta que finalmente pudieron ingresar. Trataron de sacar algunos bienes y muebles, pero prácticamente todo había sido consumido por las llamas.
El horror se produjo cuando llegaron a una habitación. Arrancaron una reja y junto a la pared bajo la ventana sacaron frazadas y debajo de ellas el cadáver del niño totalmente calcinado. La escena estremecedora dejó sin aliento a los Bomberos. Ya nada podían hacer. El pequeño estaba irreconocible y sus extremidades inferiores habían sido consumidas.
Fuente: El Liberal