Una carta anónima alertó sobre los constantes y desesperados llantos de un niño que provenían del interior de una casa en la ciudad de México. Cuando las autoridades policiales irrumpieron en la vivienda, se encontraron con un panorama aterrador.
Rescataron a un niño que estaba encadenado en un sótano
Un chiquito de seis años, que solamente alcanzó a decir que se llamaba Antony, estaba encerrado en un sótano oscuro, encadenado, desnutrido y con signos de maltrato.
De inmediato fue trasladado a un centro médico y revisado, pero el panorama que encontraron los médicos fue poco alentador. Mientras, la policía detuvo a una pareja, supuestos tíos de la víctima. El operativo se había desarrollado sin éxito.
El pibe ni siquiera podía gritar porque sus captores le habían pegado cinta en la boca. Fue entonces, cuando estaban por irse, que otro niño, de nueve años, presentó su queja: "¿Ya se van, ya buscaron bien?".
Fue ese nene el que terminó indicando el lugar en el que estaba encerrado Antony, un cuarto oscuro en el sótano de la casa. Allí lo encontraron encadenado, con la boca encintada, desnudo, golpeado y en grave estado de salud.
Apenas logró decir su nombre y señalar a quienes serían sus tíos, a los que identificó como sus padres. De inmediato, ambos fueron detenidos, mientras que se inició la búsqueda de sus progenitores.
Un mundo nuevo
No bien vio a los efectivos, el pequeño Antony empezó un llanto que siguió hasta que se durmió y siguió así durante ocho horas seguidas.
El calvario para él había terminado y, por primera vez, había visto la luz solar. Sin perder tiempo, el nene fue llevado a un centro de salud, donde se comprobó su avanzado nivel de desnutrición y de deshidratación, además de golpes en el cráneo, el tórax y en la espalda, heridas en las extremidades y una cicatriz en los genitales.
En total, los médicos hallaron al menos 20 laceraciones, signos de las torturas a las que era sometido. Además, presenta un retraso en el habla.
Se lavaron las manos
Los dos detenidos declararon ante la Justicia y afirmaron que desconocían que el niño estaba encerrado en el sótano de la casa, en la que viven tres familias.
Incluso, dijeron que un día los padres salieron y lo abandonaron. Sus dichos, sin embargo, sembraron más dudas que certeza, por lo que permanecen en la mira de las autoridades por semejante atrocidad.