Cada 25 de agosto se celebra el Día del Peluquero, fecha que siempre ha sido un motivo de festejo para nuestra profesión, que supone su inicio en el antiguo Egipto. Con el paso del tiempo, los peluqueros, que eran considerados esclavos de la corte, fueron considerados “caballeros de la corte”. Se dice que fue un 25 de agosto, y desde entonces se conmemora universalmente esta fecha especial. Oficio que en Entre Ríos se convirtió en profesión gracias a nuestra ley.
Peluqueros, profesión en continua renovación y capacitación
Aire fresco. De la mano de los jóvenes peluqueros, la juventud regresó a los salones.
Pero es imposible pensar en esa ley profesional sin remontarse a la existencia de nuestra Federación Entrerriana de Peluqueros-Peinadores y Afines, nacida en 1945. Difícilmente podamos resumir en pocas líneas la importancia de esta institución para el colectivo de peluqueros entrerrianos. Sin embargo, podemos decir que ya como es de público conocimiento, nuestra profesión ha venido atravesando una situación sumamente compleja y complicada, cuando, de improviso, nos encontramos con este contexto epidemiológico, el cual trajo aparejado el cierre de todos los salones de peluquería en el país, y en el mundo, y con ello, la ausencia de trabajo, las preocupaciones, un estado de agonía.
Ante este contexto de extrema preocupación y angustia, nuestra entidad rectora acudió en defensa de los intereses de todos los peluqueros entrerrianos, inician do tempranamente las gestiones para lograr una apertura de los salones de peluquería en todas y cada una de las localidades de la provincia, elaborando y elevando los respectivos protocolos sanitarios requeridos por las autoridades.
La Federación Entrerriana de Peluqueros se abrió paso al diálogo con el Estado provincial, el cual se mostró receptivo, y en un período de mes y medio posterior a la entrada en vigencia del DNU que establecía el cierre total, se logró la autorización de apertura de todos los salones de peluquería de Entre Ríos. A nuestro entender, un hecho destacable, teniendo en cuenta que a otras provincias del país les llevó más de ocho meses iniciar las actividades en los salones. Hoy, observamos con alegría y orgullo el desarrollo pleno de actividad de los salones, haciendo uso de los protocolos.
Notamos también el ingreso de una gran bocanada de aire fresco, de la mano de los jóvenes peluqueros, quienes han logrado que no sólo la juventud regrese asiduamente al salón de peluquería, en la búsqueda constante de nuevas tendencias y nuevos modelos a imitar, cuidados del cabello, cuidados de la barba, etc.; aplicando tecnología y productos innovadores, desarrollando tratamientos de la piel con productos y esencias específicos, como la barboterapia
Es a partir del incremento que vemos en la cantidad de jóvenes que desean estudiar, como de colegas que desean regresar al encuentro con otros, que nos encontramos proyectando eventos a futuro: talleres de perfeccionamiento, curso específico de instructorado de peluquería, atelieres…
Hoy podemos evidenciar con alegría que las tendencias femeninas se dirigen hacia nuevos horizontes. La nueva tendencia es que la cliente luzca el look que mejor vaya con su deseo, adecuado a su estilo, personalidad, lugares que frecuenta, actividad a la que se dedique, siempre que se sienta pleno. Es decir, hay una paleta multifacética para poner en práctica, siempre tomando como referencia el slogan “belleza y salud”: cabellos hermosos y sanos.
Por Juan Carlos Kruger (*) Juan Pac, Presidente de la Federación Entrerriana de Peluqueros - Peinadores y Afines. Vicepresidente Confederación General de Peluqueros de la República Argentina.