"A pesar de los 10 años de proceso que lleva este expediente, con los distintos vaivenes procesales que tuvo, la víctima mantuvo siempre una coherencia en su relato", afirmó el abogado querellante Marcos Rodríguez Allende ayer en los alegatos del juicio al transportista escolar de Paraná Miguel Rochi por abusar sexualmente de una discapacitada. El acusado pasó por el segundo debate, ya que en 2011 fue absuelto y luego ese fallo revocado. Pese a la grave imputación, el hombre y su esposa continuaron con la empresa trasladando personas discapacitadas a instituciones. El abogado que representa a la víctima, pidió 10 años de prisión, en tanto que la fiscal Matilde Federik también solicitó una condena, de ocho años. Por su parte, el defensor Guillermo Retamar cuestionó a los testigos, planteó nulidades de la causa y reclamó la absolución.
Pidieron 10 años de prisión para el acusado de abusar de una joven discapacitada
La querella reclamó la condena, al igual que la Fiscalía, que solicitó ocho años para el transportista escolar
10 de febrero 2017 · 07:20hs
Rodríguez Allende expresó que las declaraciones de la víctima no solo fueron coincidentes en el expediente y cuando declaró en el juicio nuevamente, "sino en las pericias realizadas por el psicólogo y el psiquiatra, donde se corroboraron sus dichos, y en las diferentes personas que tenían conocimiento del hecho".
A su vez, en la valoración de las pruebas, el querellante aseguró que "ocho testigos por lo menos avalaron los dichos de la víctima, sobre los abusos que fueron producidos en diferentes lugares, no solo en la Traffic sino también en la casa de Rochi. Especialmente hubo un tiempo en que la mujer del acusado se fue a México y el transportista quedó solo en la casa, ahí fue cuando se intensificaron los abusos y el momento en que ella se quiebra y cuenta a distintas personas lo que estaba sufriendo".
En este sentido, precisó que primero fue a una maestra de Tejido, luego se quebró en un consultorio neurológico ante una licenciada, esposa del médico, hasta que finalmente un psicólogo de la institución a la que acudía tomó conocimiento de lo que padecía la víctima y tiempo después se puso el hecho en conocimiento de la madre de la mujer. "Muy poco interés tuvo Rochi respecto de lo acontecido, porque siguió transportando a menores con discapacidad", dijo Rodríguez Allende.
La fiscal coincidió con lo planteado por el querellante, valoró las pruebas y testimonios y dio todo el crédito de veracidad a lo manifestado por la víctima. Por esto, Federik pidió la condena por el delito de abuso sexual de ocho años de cárcel.
A su turno, el defensor cuestionó duramente el proceso al que fue sometido Rochi, consideró que existió una confabulación por parte de los testigos, que con intencionalidad pretendieron complicar la situación del acusado, al tiempo que desmintió lo dicho por la víctima. Además, sostuvo que este segundo juicio a Rochi es ilícito, por lo que debía ser anulado, por distintas declaraciones.
El martes a las 13, el tribunal integrado por Ricardo Bonazzola, Alejandro Grippo y Pablo Vírgala adelantará el veredicto.
***
Otras posibles víctimas
En el transcurso de la investigación se indagó al entorno de la víctima, sobre todo en el ambiente de la institución educativa a donde el transportista llevaba y buscaba a otros discapacitados. El querellante dijo que se sospechó de que al menos otros dos menores podrían haber sido víctimas de Rochi, pero sus padres, por motivos desconocidos, desistieron en realizar las denuncias.