Pablo Cortizo es un soldado al servicio de Patronato, que está involucrado con la causa. Durante el ciclo de Mario Sciacqua entrenó esperando su oportunidad. Saltó al campo de juego en tres encuentros para colaborar con la marca en pasajes donde el Rojinegro necesitó reforzar el equilibrio con el objetivo de sumar puntos.
Nueva filosofía, mismo objetivo
Gentileza: Prensa Patronato
Su escenario parece modificarse. Con la llegada de Gustavo Álvarez ganó mayor terreno. Así quedó evidenciado en los primeros movimientos que el flamante entrenador del Rojinegro ordenó. El ex-Gimnasia de Mendoza lo toma con cautela. “Recién nos estamos conociendo”, indicó, en declaración a Ovación.
“Tiene una propuesta diferente a la que veníamos tratando de plasmar dentro de la cancha. Estos días que vienen serán de decisiones y en los próximos entrenamientos se comenzará a ver el equipo que jugará el lunes, porque a la mayoría de nosotros no nos había dirigido. De parte de todos el trabajo es conocerlo, tratar de adquirir el concepto y adquirirlo dentro de la cancha. Después que él decida quién considere que está mejor”, amplió el concepto.
La llegada de un nuevo entrenador reinicia la competencia interna que protagonizan los integrantes del plantel. Quienes venían actuando deberán sostener su lugar en cada trabajo. Aquellos que no habían gozado de mayor terreno potencian su ego para saltar a la alineación inicial.
“Cuando viene un nuevo cuerpo técnico se renueva la esperanza de los chicos que venimos teniendo pocos minutos, pero el día a día no cambia, sigue siendo igual. Trato de tomarlo siempre de la misma manera porque no es que no era tenido en cuenta, sino que no me ha tocado tener muchos minutos. La realidad es que (Mario) Sciacqua me tenía en cuenta. Entrenaba todos los días para tratar de ganarme un lugar y lo sigo haciendo. En eso no cambió nada”,aseveró.
La nueva propuesta obliga a los intérpretes a tener mayor tenencia con el balón. “No sé si nos sentimos más cómodos, pero es diferente a lo que veníamos trabajando”, remarcó. “Se intenta otra cosa, pero con el mismo objetivo, que es ganar y sacar puntos. Las formas no son similares, pero hay que acostumbrarse y convencerse de que es el camino porque es la única manera que las cosas salgan”, interpretó.
En esta línea, Cortizo recordó que el cambio de filosofía no modifica el objetivo.
“El fútbol es el mismo, seguimos siendo los mismos jugadores. Los cuerpos técnicos te van dando diferentes herramientas. Depende de nuestra inteligencia y ambición para transformarnos y seguir creciendo y mejorando, primero individualmente, y luego como grupo. Convencernos de que hoy, con el entrenador que tenemos, debemos absorber rápido lo que nos trata de inculcar, de lo que está convencido convencernos nosotros mismos para que rápidamente su idea salga de la manera más fluida posible porque el objetivo sigue siendo el mismo: ganar y jugar lo mejor posible”.
El mediocampista indicó que no es cuestión de cambiar el chip ante el cambio de estilo, sino de adaptarse.
“Está en nosotros y tenemos la obligación de hacerlo porque somos profesionales, de absorber rápido la idea del técnico para plasmarlo en la cancha. Lo positivo es que hay jugadores grandes y que, más allá del entrenador que esté, tenemos un recorrido. Debemos poner nuestra inteligencia y aportar cada uno desde su lugar y tratar de plasmar rápido los conceptos que nos pida. Si bien cambian las formas, la idea siempre fue ser un equipo competitivo”, concluyó el jugador.