Si bien resulta muy difícil hoy pensar la vida sin internet, un proyecto al que llamaron “Puebleando” recuerda que existen numerosas escuelas rurales en la provincia que no tienen conexión, y propone cambiar esta realidad para que los chicos que van a clases en el campo no queden excluidos de los avances tecnológicos. Los impulsores de esta iniciativa son Bruno Stoa, el influencer entrerriano que recorre diferentes puntos de la provincia para mostrar las particularidades de cada localidad que visita; y César Augusto Engelmann, propietario de un reconocido emprendimiento de productos regionales del norte entrerriano, quien explica en un video qué es lo que los impulsó a realizar esta campaña, en el que comienza preguntándose: “¿Cómo se estudia hoy si no hay conexión? ¿Cómo se sueña si no hay señal?”. Y explica: “En el medio del campo, donde a veces el silencio es más fuerte que el Wi-Fi, hay escuelas que luchan todos los días contra el olvido. Gurises que quieren aprender, pero no tienen cómo”.
Campaña para que las escuelas rurales de Entre Ríos tengan conexión a internet
Con el proyecto “Puebleando”, iniciaron una cruzada para que los chicos en San Bonifacio tengan una antena satelital, al igual que en otras escuelas rurales
Por Vanesa Erbes
Anni sueña que el lugar donde estudió, al igual que otras escuelas rurales, tengan acceso a internet
La secuencia fue filmada cuando donaron una antena en la Secundaria Pascual Pringles, en plena zona rural de Colonia Racedo, donde “no hay señal de celular, ni internet”. Sobre esta iniciativa, Engelmann contó: “La conexión es totalmente nula. Y sin internet hoy te quedas afuera. Afuera de estudiar, de crear, de mostrar quién sos”. En este marco, precisó: “Junto a Bruno Stoa y desde la Alemana Regionales vamos a hacer una donación muy especial: una antena satelital Starlink para que esta escuela se conecte por primera vez al mundo. Y además, vamos a dar una charla para contarles cómo las redes sociales pueden ser una herramienta real de trabajo, para mostrar su vida, sus tierras y su verdad”.
Asimismo, explicó: “Este es un proyecto mucho más grande: llevar conectividad a todas las escuelas rurales de Entre Ríos, porque los gurises de campo también merecen ser escuchados, también merecen tener un futuro conectados. Y si el sistema los olvida, nosotros no. Y si alguna vez ves una antena como esta en el medio del monte, mirala bien, porque hay gurises que van a poder soñar más de eso. Este es nuestro aporte. Ojalá seamos muchos más, por ellos, por su derecho a estar conectados con el mundo y a no quedarse nunca más afuera. Esto es parte de Puebleando, un proyecto que conecta, visibiliza y transforma”.
Sumarse a este valioso proyecto
Al conocer este plan, Anni Reeschuch, docente y emprendedora artesanal de La Criolla, en el departamento Concordia, se propuso sumar a la escuela de campo en la que estudió cuando era niña, un lugar donde se siguen formando los chicos de la zona y es un espacio de encuentro para la comunidad. Sobre este propósito, contó a UNO: “Por mi emprendimiento personal los conozco a Bruno y a César, y cuando vi la primera publicación que hicieron sobre esta idea, automáticamente les escribí para que me tengan en cuenta por una escuelita a la que yo fui cuando era chica”. Y acotó: “Primero había ido a esa escuela mi papá, obviamente después fuimos nosotros con mis hermanos, luego mi sobrino y más tarde mi gurí, que egresó de ahí. Es la Escuela Primaria Nina N° 61 Mi Patria Chica, pero todos la conocemos como la Escuela Amarilla. Está en Colonia San Bonifacio, a unos 35 kilómetros al noroeste de Concordia Centro, y tiene 95 o 96 años; es una de las más antiguas de acá de la zona. Antes estuvo en otro lugar y después se donó la tierra donde se instaló de manera definitiva”.
En este marco, Anni rememoró: “En la época en que era alumna, en verano íbamos de mañana y en invierno de tarde, no teníamos luz eléctrica, ni calefacción, ni ventilador, no había nada. Yo caminaba desde mi casa hasta la escuela unos tres kilómetros y medio, y si no íbamos en sulky, o a caballo los compañeros. Yo aprendí castellano ahí porque solamente hablaba alemán hasta que fui a la escuela. Hoy todo cambió y es necesario que los chicos tengan internet. Actualmente no tienen este servicio y a su vez también cuesta muchísimo el tema de la señal de teléfono: las maestras tienen ahí en el patio un lugarcito donde hay que ir subiendo la mano o bajándola para tener señal, o subirse una silla para conectarse”.
Cómo colaborar
Cuando Anni se puso en contacto con Bruno Stoa y César Engelmann, ellos le contaron cómo funciona la idea, y la puso en marcha: “Primero fui de manera personal a la escuela, a charlar con la directora y a contarle de qué se trata, para tener el ok. Fui el viernes pasado, antes que inicien las vacaciones, y con ella ya de acuerdo publiqué en mis redes que yo me sumaba a la idea y que estamos buscando voluntades para llegar al monto que cuesta la antena. Porque el fin último de Puebleando, el proyecto de Bruno y de César, es unir de una manera simbólica, a través del aire y de las ondas, a todos los rincones de Entre Ríos que te imagines. Se usa antena satelital para el servicio de internet para las escuelas de campo. En principio está pensado sólo para Entre Ríos, pero ellos dicen que no se cierran a que un día se expanda”, aseguró.
“En este caso, para la Escuela Amarilla yo me puse al frente. Debo reunir empresas, emprendimientos, negocios, personas particulares, lo que sea, para que me ayuden a solventar el gasto de esa antena. Apuntamos a reunir 300.000 pesos. La antena cuesta un poquito menos, pero la idea es dejarle a la escuela algo más de dinero para que pueda cubrir dos o tres meses del servicio, hasta que la cooperadora se acomode, o por media de cuota de los papás, o lo que fuera”, explicó.
Acto seguido, precisó: “Bruno y César tienen muchísimos seguidores en sus redes sociales, entre ambos más de un millón, y como retribución te hacen mención en sus videos; Bruno, que tiene otro estilo de mostrar, después te hace una visita particular si es empresa o emprendimiento, y lo comparte a su manera a sus seguidores. A su vez, los que nos vamos sumando, que tenemos los nuestros obviamente, hacemos que esto llegue a un montón de personas más”.
Para colaborar, hay que contactarse a Anni a través de su Facebook: Anni Reeschuch, o se su WhatsApp: +5493454192608. “Dejo mi celular para que la persona que se interese, si tiene alguna inquietud o quiere saber cómo funciona, se lo podemos contar, compartir datos, para que sea todo lo más transparente posible”, remarcó.
Una institución querida
Sobre las particularidades de la escuela, Anni mencionó: “Funciona desde las 8 de la mañana hasta las 16. Hay distintos talleres, como por ejemplo TIC, que sería relacionado con computadoras y demás; huerta, inglés, otros espacios de arte y de teatro; y uno que se llama Acompañamiento al Estudio, que es una hora en donde se refuerza lo que a cada chico le cuesta. Es un ambiente muy familiar, muy lindo, muy de escuela de campo”.
Por último, señaló: “Cuando nosotros íbamos no éramos muchos, quizás unos 15 estudiantes, o 20 como máximo, desde los más chiquitos hasta los más grandes. A veces estábamos divididos en dos aulas: por un lado los de primero, segundo, tercer y cuarto grado; y después quinto, sexto y séptimo. Si no, estábamos todos en la misma aula. Actualmente se juntan de a dos cursos: primero y segundo, tercero y cuarto, y quinto y sexto, porque son tres aulas. Deben ser hoy entre 50 y 60 alumnos”.