Sector Vip, película de Eduardo Pinto protagonizada por Luis Machín, Martina Krasinsky y Joaquín Berthold, que se entrena hoy en Cine.ar TV, cuenta una historia de corrupción, prostitución, periodismo y amor, a través de “personajes humanos que se encuentran en la desesperación de poder trascender, de poder ser”, describió el director de cine.
Cine: "Sector Vip" se estrena en la plataforma de Cine.ar TV
El realizador de filmes como Buen día, día y Palermo Hollywood, presenta este policial negro, con tintes de drama, suspenso y erotismo, en el que dos seres vulnerables se unen en la necesidad de sobrevivir, desde el amor y la pasión.
“Todos somos vulnerables en este sistema, pero más aquellos que anhelan el éxito y la fama a toda costa”, expresó Pinto a Télam, en referencia a los protagonistas de la película; Ginny, una chica que llega a la ciudad para trabajar como bailarina (Krasinsky) y Santos, un periodista en descenso que busca la noticia que vuelva a resurgirlo (Machín).
“Los dos personajes son seres oprimidos –continuó el director-. El sistema te exige ser exitoso. El periodista y su necesidad de volver a su mejor momento y una joven del interior que es engañada y secuestrada con la promesa de obtener fama, éxito y dinero”.
En la trama sobre guión de Rodolfo Cella, Paul, un empresario de relaciones públicas (Joaquín Berthold) se transforma en el representante de la joven y forma parte de un triángulo amoroso. Los tres personajes confluyen en el sector VIP, donde en entremezclan la trata de personas, las noticias falsas y las transgresiones.
—¿Podemos decir que en “Sector Vip” el amor y la ternura tienen un lugar importante?
—Sí, así es, el amor, la pasión une a los personajes desesperados, los une en la noche, la noche olorosa a tabaco, alcohol y cocaína, una noche donde conviven jueces, políticos y famosos, una noche con aire noventoso. Sector Vip es un policial pero al frente van los humanos con la desesperación de poder trascender, de poder ser. La corrupción aparece como un monstruo que avanza en la trama, la corrupción política y periodística.
—Si bien se mueven en un ambiente oscuro, es interesante el rasgo humano que tienen los personajes, no caen en estereotipos.
—Para mí es fundamental la humanización de los personajes, normalmente trabajo con Oscar Luna que es un dramaturgo y psicólogo, y trato de conseguir personajes vivos.
—¿Te inspiraste en un caso particular?
—Me entrevisté con una víctima de trata de personas y me interioricé sobre las formas de sometimiento y las vejaciones que sufren. Ginny tiene juventud y deseo, ese estado genera una ceguera, engañada por el falso amor de Paul, y el dinero fácil, comienza a abordar caminos impensados,