En tiempos donde hablar de derechos y accesibilidad parece un slogan, hay quienes realmente se ponen la camiseta de determinadas luchas, que a veces desde un trabajo más silencioso y micro contribuyen y benefician a otras personas. En esta oportunidad, a propósito del Día Nacional de las Personas Sordas que se conmemora este 19 de septiembre, UNO se interiorizó sobre el trabajo que desarrolla el Equipo Municipal de Accesibilidad en Lengua de Señas Argentina (Emalsa) de Paraná, el conformó se por para brindar respuesta a la demanda de la comunidad sorda.
Emalsa: la labor de sensibilizar sobre Lengua y Cultura Sorda
Por Araceli Sosa
Esta fecha se celebra oficialmente conforme al Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Número 10.901 que fue dictado el 4 de diciembre de 1958, y además se recuerda el día de la creación del Primer Instituto Educativo Nacional para Sordos, el 19 de septiembre de 1885.
A nivel mundial, el equivalente de esta fecha es la última semana completa del mes de septiembre, en recuerdo del primer Congreso de la Federación Mundial de Sordos (FMS).
En este día tan especial organizaciones y referentes de la comunidad sorda aprovechan para difundir y concientizar acerca del respeto por las personas sordas y la necesidad de ejercer de manera plena sus derechos.
En este sentido, puntualmente nos detendremos en la experiencia Emalsa, un equipo que desde el año 2016 trabaja como un puente entre la Municipalidad de Paraná y la comunidad sorda con el compromiso de difundir y concientizar sobre la lengua y la cultura sorda.
Como parte del recorrido realizado por Emalsa es preciso mencionar que comenzó como un equipo constituido formalmente el 8 de agosto de 2016, y de esta manera desarrollaron un Taller de Capacitación en Lengua de Señas Argentina (LSA) en el Centro Municipal de Perfeccionamiento (CMP), a cargo de un instructor sordo y un auxiliar con manejo de LSA designados por la Asociación Civil de Sordos de Paraná (ACSP).
En 2018, con la sanción de la Ordenanza Municipal 9.676/18 que declara patrimonio lingüístico y cultural de la comunidad sorda a la Lengua de Señas, se reconoció a Emalsa y a su rol vital para garantizar la capacitación de los agentes municipales, en sus diferentes áreas, en el uso básico de la LSA y en el conocimiento del uso del Protocolo de Buenas Prácticas establecido por Emalsa.
De esta manera, Paraná fue pionera en la provincia en reconocer la LSA como patrimonio lingüístico y cultural de la comunidad sorda.
Cinco años de trabajo
Emalsa, perteneciente a la Dirección del Centro Municipal de Perfeccionamiento Néstor Kirchner, está compuesto por la coordinadora Claudia Arrúa, los referentes sordos Cesar Goró y María Elena Sánchez y el (intérprete de LSA-castellano Mauro Asselborn. Entre sus funciones se incluye capacitar, concientizar, investigar, asistir y difundir las pautas culturales y la lengua de la Comunidad Sorda.
En una entrevista con UNO, los referentes sordos se refirieron a estos cinco años de trabajo, las actividades que han desarrollado, los desafíos que se les presentaron como equipo, y algunas metas que faltan cumplir. En el encuentro ofició de intérprete Asselborn.
Goró sostuvo a UNO: Cesar: “Hace cuatro años que formo parte del equipo. Siento que hemos avanzado con los talleres. Luchamos por la accesibilidad en Paraná, ante situaciones de incomunicación, cuando una persona se acerca a hacer trámites por ejemplo. Recuerdo el acompañamiento que hicimos a una persona sorda que estaba en la unidad penal y era el único interno sordo en una población de oyentes y esa incomunicación hacía que su mente se vea perjudicada. Por eso nos acercamos para darle herramientas, para que pueda avanzar en la LSA y compartir con otras personas sordas”.
El referente también comentó que permanentemente realizan videos para difundir en la comunidad sorda “cuestiones vinculadas a la Municipalidad para aquellos que no tienen una buena lectoescritura”. Además, remarcó que han trabajado en acercar información importante referida a la pandemia por Covid-19 y las alertas emitidas por el municipio. Este es un punto realmente importante entendiendo que la pandemia nos tomó por sorpresa. Pensemos simplemente en lo complejo que fue para todos anoticiarnos en marzo de 2020 sobre el inicio de la cuarentena estricta ante un virus totalmente desconocido y donde el acceso a la información resultaba de vital necesidad, es posible advertir que esta situación resultó aún más compleja para la comunidad sorda.
En cuanto a la accesibilidad y el espacio digital de la Municipalidad, Goró agregó: “También desarrollamos el primer sistema para accesibilizar en LSA un sitio web, el municipal, donde al activarlo aparece un recuadro en LSA que va describiendo las distintas palabras sobre las que se posa el cursor”, indicó Goró.
En tanto que Sánchez también se refirió a otras actividades y acciones puntuales que han logrado realizar, y señaló UNO: “Estamos acompañando a una mujer sorda a la que la asistimos para que pueda desarrollar su LSA, la identidad y la cultura Sorda. Esa mujer que acompañamos y no tiene LSA es porque no ha tenido el acompañamiento de su familia ni amigos”.
Tras ser consultados sobre la relación con otras áreas de la Muncipalidad, Goró y Sanchez manifestaron de forma coincidente: “Indudablemente nuestro trabajo es transversal a todas las áreas, porque todas ellas están destinadas al vecino de la ciudad y en todas ellas, ese vecino, podría ser una persona sorda. Además venimos acompañando a diferentes áreas de la provincia, oficinas de la Nación y distintas organizaciones no gubernamentales”.
Sobre los objetivos que faltan cumplir y las necesidades del equipo, afirmaron que esperan que finalice la pandemia y la emergencia económica “para solicitar más recursos materiales y humanos”.
El equipo en estos años de experiencia ha llevado a cabo una gran cantidad de capacitaciones en cultura sorda para diferentes destinatarios. Esto incluye a personal municipal, docentes, profesionales de otras áreas, la Universidad Autónoma de Entre Ríos (a través de convenio), y familiares y amigos de personas sordas.
También en articulación con el Programa Gurisadas de Paraná, el equipo brindó talleres para artistas callejeros y talleristas que trabajan con infancias.
Recientemente, realizó una jornada de capacitación para agentes sanitarios de efectores de salud municipales que recorren los barrios de la capital provincial.
Al mismo tiempo, se han abocado a realizar intervenciones en hospital San Martín de Paraná, Unidad Penal 1, Casa Inés Londra para Mujeres Víctimas de Violencia y en situaciones que solicita la Defensoría del Tribunal de Justicia.
Experiencia de acceso a la educación secundaria
Si hablamos de accesibilidad también es necesario hacer un paréntesis para referirnos a la educación de las personas sordas. El referente sordo de Emalsa, César Goró, rememoró su experiencia de años atrás de acceso a la educación secundaria para jóvenes y adultos en el Escuela N°7 José Martí de Paraná.
“Me dio la posibilidad de aprender y estudiar para el futuro poder trabajar. Yo nunca había estado integrado con oyentes, era todo muy nuevo. En 2009 finalmente me recibí”, recordó Goró.
Sobre esta propuesta, es preciso indicar que fue una iniciativa de la Escuela de Sordos N°7 Edith Fitzgerald de la capital entrerriana que comenzó en 2004 y pudo brindar durante al menos 10 años la posibilidad de culminar sus estudios secundarios a estudiantes sordos.
Para conocer más sobre esta experiencia, UNO dialogó con Viviana Catena y Marina Selci, ex docentes de la Escuela de Sordos que fueron parte del proyecto. Sin dudas, esta experiencia, forma parte de la historia de la comunidad sorda en materia de educación y se trató de un proyecto innovador.
Tanto Catena como Selci destacaron que hubo un cambio de gestión en la Escuela y a raíz de una capacitación que brindó la Facultad de Trabajo Social se pensó en la oferta educativa para la comunidad sorda y la necesidad de los estudiantes.
En 2004, se puso en marcha el proyecto donde alumnos sordos y oyentes compartían el espacio áulico y cursaron el 1° año del Bachillerato Acelerado para Adultos en la Escuela José Martí. Algunos de los estudiantes sordos viajaban de otras localidades a Paraná para asistir.
“El quiebre importante fue empezar a pensar el pasaje de una escuela oralista a una escuela bilingüe. Y desde ahí nos capacitamos todos”, precisó Selci.
“La lengua de señas era algo prohibido casi en la educación de los sordos. En esa época pensar que íbamos a estar en el aula traduciendo en lengua de señas era algo novedoso”, añadió.
Además, agregó que anteriormente se hablaba de “integraciones” donde se incorporaba un sordo a un grupo de oyentes. Ahora bien, con el proyecto de accesibilidad, la diferencia es que “los alumnos sordos tenían otros pares. La idea es que no estuvieran solos en el aula. A veces llegaban a ser mayoría el aula”.
“Además, se les daba las mismas actividades a sordos y oyentes. Antes se hablaba de sordos incluidos en el grupo de las personas con discapacidad y que por lo tanto había que bajar el nivel de complejidad en los contenidos. Y en esta experiencia se buscó de equiparar e igualar las condiciones”, explicó Catena.
Catena y Selci oficiaban de mediadoras tanto en las clases como en los diferentes actos alusivos a fechas importantes.
Producto de esta iniciativa inédita en la provincia en aquellos años se alcanzaron a recibir 40 estudiantes sordos.
Por último, UNO consultó a la directora de la Escuela de Sordos, Vilma Strada, sobre la continuidad de esta propuesta de accesibilidad, a lo que respondió que no sigue el proyecto.