Las miles de personas que se movilizaron por las calles céntricas de Paraná resignificaron una fecha dolorosa, asociada a la irrupción del Terrorismo de Estado en todas sus formas, contra la sociedad civil. A 46 años del golpe cívico-militar en la República Argentina, distintas generaciones reeditaron un grito simbólico: “!Nunca Más! Si bien esa consigna representa el sentido de la conmemoración, la convocatoria de la Multisectorial de los Derechos Humanos de Paraná fue más amplia y diversa. La movilización por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, partió desde la plaza Sáenz Peña y a diferencia de años anteriores la marcha comenzó con rigurosa puntualidad. A las 18 partieron las diferentes columnas de agrupaciones políticas, organizaciones gremiales y sociales, agrupaciones estudiantiles y asociaciones civiles. En la cabeza de la marcha estuvieron familiares de desaparecidos y expresos políticos, seguidos por miembros de la agrupación Hijos Paraná y las demás columnas que le dieron contenido a una jornada histórica.
En Paraná se reiteró un grito histórico: "!Nunca Más!"
UNO / Diego Arias
En Paraná se reivindicó el lema de Memoria, Verdad y Justicia.
Las primeras cuadras se completaron entre cánticos y arengas en rechazo al gobierno de facto y sus aliados, además del reclamo para se agilicen las causas por delitos de lesa humanidad. Ese pedido se ratificó enfrente a la Cámara Federal de Apelaciones, en calle 25 de Mayo. Allí un grupo manifestantes interpeló a la Justicia Federal, y especialmente al magistrado Daniel Alonso. Un hombre a viva voz le pidió al juez: “Alonso garantiza la impunidad en Paraná. Absolvió al represor Romero, es cómplice de la dictadura, por eso merece todo nuestro repudio”.
Luego el grupo que acompañaba reforzó el mensaje: “Cárcel común, perpetua y efectiva, menos genocidas por las calles argentinas”.
Si bien la marcha se desarrolló con normalidad, se registraron algunos incidentes con automovilistas que intentaban circular pese a la masiva movilización. En la intersección de Andrés Pazos y Corrientes una mujer que conducía una utilitaria se trabó en una discusión con manifestantes que se negaban a dejarla pasar por Andrés Pazos en dirección a la peatonal San Martín. El entredicho duró varios minutos, e incluso subió de tono, aunque todo se tranquilizó cuando la conductora pudo atravesar la marea humana.
Son 30.000
Los rostros y la pancartas siguen reivindicando la lucha de una generación que fue masacrada a manos de la dictadura más sangrienta que operó en la Argentina. El uso del barbijo ya está prácticamente en desuso, pero los familiares de desaparecidos lo usaron para transmitir un mensaje presente en la memoria colectiva de los argentinos. “Son 30.000”, rezaba uno de los tapabocas que lucía un hombre mayor, y más adelante una mujer llevaba un barbijo pero con otra consiga que interpelaba: “¿Dónde están?”.
Cuando se había completado la mitad del recorrido el clima jugó una mala pasada, porque de pronto se nubló y el viento hizo bajar varios grados la temperatura.
FMI: rechazo al acuerdo
Las consignas de la Multisectorial de Derechos Humanos de Paraná este 24 de marzo, además de repudiar el último golpe de Estado cívico militar, pusieron énfasis en la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el rechazo al acuerdo aprobado por el Congreso. Y así se expresó en las consignas: “30 mil razones para seguir luchando. La deuda es con el pueblo. Que la paguen los que la fugaron. FMI nunca más”.
En la plaza Alvear culminó la multitudinaria marcha, en el 46° aniversario del golpe de Estado de 1976.
Como cada año, fue encabezada por los organismos de derechos humanos: la Asociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos de Entre Ríos (Afader), La Solapa (expresos políticos), Hijos y la Liga Argentina por los Derechos Humanos. Participaron numerosas agrupaciones partidarias, sociales y gremiales nucleadas en la Multisectorial.
El documento consensuado por las organizaciones destacó: “Nuevamente estamos en la calle para homenajear a nuestros compañeros detenidos-desaparecidos, a nuestros muertos y muertas y a los compañeros y compañeras sobrevivientes de la última dictadura genocida”. Y agregó: “Porque a 46 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 levantamos nuestra voz para decir Nunca Más al Terrorismo de Estado, a los golpes de Estado y a las políticas sociales y económicas que buscan disciplinar a nuestros pueblos. Seguimos en las calles porque creemos que a través de la voz colectiva se conquistan y se defienden los derechos del pueblo. Levantamos bien alto la voz porque nunca dejaremos de luchar por la memoria, la verdad y la justicia”.
Luego destacaron la responsabilidad en el genocidio no solo de las fuerzas armadas y de seguridad, sino también de la “jerarquía eclesiástica de la Iglesia Católica, los grandes grupos económicos nacionales y transnacionales y los grandes medios de comunicación, que en conjunto respondían a un programa de dominación neocolonial en el cono sur, diseñado por los imperialismos”.
También se rindió homenaje a los excombatientes de Malvinas, a las mujeres que estuvieron en la guerra, a los 649 caídos y se reivindicó la soberanía argentina sobre las islas.
Respecto de las causas de lesa humanidad en Entre Ríos, el documento destacó: “Los juicios han avanzado, 12 causas tuvieron sentencia, seis se encuentran en etapa de investigación, una en etapa de juicio y una esperando su revisión. Fueron condenados 33 genocidas y cuatro absueltos. Otros cuatro quedaron impunes por su muerte o quedaron afuera de la posibilidad de ser condenados por la impunidad gerontológica. Y solo seis de ellos se encuentran alojados en cárcel común”. Resaltó también la investigación de los vuelos de la muerte en el Delta.
Párrafo seguido resaltaron: “Exigimos al gobierno provincial que ponga en el centro de sus políticas a los derechos humanos, que garantice el funcionamiento de las áreas destinadas a la investigación en las causas por delitos de lesa humanidad, en el acompañamiento a las víctimas y testigos que le ponen el cuerpo cada vez que se sientan en los estrados judiciales y que lleve a cabo las políticas necesarias para fortalecer el proceso de memoria y verdad construyendo una identidad política necesaria para dar las disputas de sentidos a aquellos sectores que, no solo legitiman los crímenes de la dictadura, sino que buscan justificar otras violaciones a los DD.HH.”.