El partimiento del bloque de hielo, que cuenta con una superficie de 6.000 kilómetros cuadrados, cambió por completo el paisaje de la península antártica. El iceberg Larsen C -de un billón de toneladas y un tamaño dos veces mayor a Luxemburgo- se desprendió este martes.
Se desprendió de la Antártida un iceberg de 6.000 kilómetros cuadrados
Los datos satelitales confirmaron que el bloque, que recibiría el nombre de A68 y tiene la mitad del tamaño del iceberg B15 que se separó de la plataforma de hielo Ross en el año 2000, se encuentra a la deriva en el mar de Weddell.
La enorme fisura que originó este nuevo bloque estuvo creciendo durante un periodo de dos años. Solo desde el 25 de mayo hasta el 31 de ese mismo mes, la brecha creció 17 kilómetros y en los últimos días los datos recogidos muestran que la grieta se ramificó en varias ocasiones. "Ahora vemos un gran iceberg, pero es probable que se rompa en pedazos a medida que pase el tiempo", indicó Adrián Luckman, líder del proyecto británico Midas, que monitorea la región.
¿Supone una amenaza?
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), se trata de uno de los mayores icebergs que se han desprendido de la masa de hielo antártica desde que comenzaran los registros a comienzos de los 90, cuando se inició la supervisión satelital de la región.
El desprendimiento de este iceberg es particularmente importante ya que, según la ESA, por sus dimensiones podría "plantear una amenaza al transporte marítimo".
El desmoronamiento del Larsen C forma parte de una tendencia más amplia de reducción de los estantes de hielo en la región que los científicos vinculan con los efectos del calentamiento global. Sin embargo, el desprendimiento del iceberg no elevará los niveles del mar de manera considerable.
El desmoronamiento del Larsen C forma parte de una tendencia más amplia de reducción de los estantes de hielo en la región que los científicos vinculan con los efectos del calentamiento global. Sin embargo, el desprendimiento del iceberg no elevará los niveles del mar de manera considerable.
Los investigadores habían estado siguiendo el desarrollo de la grieta desde hacía una década, proceso que se aceleró a partir del 2014.
La partición, sin embargo, no afectará al nivel del mar global porque el hielo que se ha desprendido ya estaba a flote en el océano, aunque algunos científicos temen que podría acelerar la desestabilización de la plataforma de hielo.
"Hemos estado anticipado este evento por meses. Estamos sorprendidos por cuánto demoró a la grieta causar la ruptura. El iceberg es uno de los más grandes que se tenga registro y su progreso en el futuro es difícil de predecir. Puede mantenerse en una pieza, pero es posible que se rompa en fragmentos", declaró el profesor Adrian Luckman, investigador líder del grupo Midas.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA) y el científico de la Universidad de Edimburgo Noel Gourmelen, el iceberg será uno de los más grandes de la Antártida: tendrá 190 metros de espesor, 1.155 kilómetros cúbicos de hielo y podría rellenar 462 millones de piscinas olímpicas.
El periódico The Guardian y la agencia AFP reportaron que el bloque tiene un peso estimado de un billón de toneladas.
La ESA, además, señaló que las barreras vecinas, Larsen A y Larsen B, experimentaron un proceso similar con "fragmentaciones espectaculares" en 1995 y 2002, respectivamente.
Barreras de hielo como esta desempeñan un importante papel como muros de contención del hielo que se desplaza hacia el mar.