En el marco de la investigación de los vuelos de la muerte en el delta entrerriano, el Equipo Argentino de Antropología Forense inició este lunes la tareas de exhumación de restos en el cementerio de Villa Paranacito, en busca de posibles víctimas del terrorismo de Estado que se encuentran desaparecidas desde la última dictadura cívico militar.
Vuelos de la muerte: iniciaron exhumaciones en Paranacito
Tal como informó UNO días pasados, las tareas seguirán este martes por orden del juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, tras la declaración de testigos que aportaron datos acerca del posible enterramiento en ese cementerio de personas que fueron arrojadas desde aviones y helicópteros durante la dictadura. Entre esos testimonios se encuentra el de quien trabajaba como sepulturero en aquellos años, quien marcó siete tumbas de NN donde se realizan las exhumaciones.
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Los trabajos que efectúa en Villa Paranacito el EAAF, encabezado por Carlos Somigliana, se encuentran bajo estricto secreto de sumario, razón por la cual no se permitió el ingreso de la prensa y tampoco la difusión de imágenes registradas durante el procedimiento. Además del juez y de la fiscal Josefina Minatta, quien lleva adelante la investigación, en el lugar se encuentran integrantes de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el Registro Único de la Verdad, organismos de derechos humanos y abogados querellantes.
También asistió el fiscal federal de Rosario, Adolfo Villate, quien lleva adelante una investigación paralela para determinar una probable conexión entre los vuelos de la muerte en el delta y la sección aviación del Segundo Cuerpo del Ejército. Un hipótesis indica que las víctimas podrían haberse encontrado secuestradas en centros clandestinos de detención de la zona de Rosario.
Desde el gobierno provincial informaron que el Registro Único de la Verdad, se presentó ante el juez como “Amicus Curie”, figura que permite al organismo ser incorporado como un tercero ajeno a la causa judicial, para ofrecer voluntariamente su opinión técnica a fin de colaborar con el proceso.
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En declaraciones a Radio Máxima de Gualeguaychú, Minatta dijo sobre el trabajo del EAAF: “El resultado viene siendo positivo porque afortunadamente estos restos fueron conservados; era un temor que hubieran sido consumidos por el paso del tiempo. Hemos podido obtener material biológico para poder comparar, así que restará luego terminar la tarea y cotejar si los restos podrían pertenecer a víctimas del terrorismo de Estado”.
De todos modos, Minatta advirtió: “Quiero ser prudente y no generar falsas expectativas. Es una probabilidad. El resultado dependerá de lo que nos digan los antropólogos”. Los análisis comparativos de ADN de los restos hallados y el Banco de Datos Genéticos, demandarán algunos meses..