El sábado fue el día que más movimiento tuvo la ciudad de Paraná en horas de la noche. En un recorrido por los diferentes bares de la ciudad se pudo observar a una gran cantidad de gente a la espera de una mesa para sentarse y disfrutar de las distintas propuestas gastronómicas y la carta de bebidas. Las listas de espera eran extensas y tenían una demora de hasta 45 minutos.
Respiró la gastronomía con alta concurrencia en los bares
Por Araceli Sosa
Respiró la gastronomía con alta concurrencia en los bares
Los lugares se ocuparon tempranamente y para las 22 algunos ya no anotaban más personas para ingresar.
Las filas en algunos bares llegaban a ocupar media cuadra, en tanto que otras personas así como llegaban y se encontraban con ese panorama decidían retirarse. Teniendo presente además que las cocinas de estos locales cierran a las 23 aproximadamente.
La noche se caracterizó por temperaturas altas que oscilaban los 25 grados y por la concurrencia principalmente de gente joven.
A este gran movimiento en la ciudad también se lo puede asociar no sólo a las agradables temperaturas sino también a que muchos jóvenes accedieron a la vacuna contra el Covid-19 en las últimas semanas en las jornadas abiertas multitudinarias llevadas a cabo en el hospital de La Baxada. Y si bien, es necesario completar luego el esquema con la aplicación de una segunda dosis, ya contar con una genera alivio y tranquilidad.
También hay otro factor importante que entra en juego y es que “hace 10 semanas consecutivas que hay una baja sostenida en la cantidad de casos de Covid-19”, así lo dijo el presidente de la Nación, Alberto Fernández, el 6 de agosto .
En la oportunidad también hizo anuncios alentadores como por ejemplo que el siguiente paso, cuando la situación lo permita, será el regreso del público con aforos progresivos a eventos masivos, deportivos y recitales al aire libre.
Parecería que si la situación continúa así los próximos meses serán positivos y la fotografía del sábado en la ciudad será más habitual.
También es ineludible señalar que la población ya ha pasado muchísimo tiempo respetando las medidas y las restricciones para una gran cantidad de actividades. El cansancio y el hartazgo frente a las mismas fue acrecentándose y la gente comenzó a reactivar su vida social de forma paulatina.
Por otro lado, es posible advertir además que ante la actividad del fin de semana el sector gastronómico resultó altamente favorecido con la afluencia de personas y, consecuentemente, el consumo de bebidas y comidas.
Posiblemente, pese a que ya se anunciaban desde el principio de la semana jornadas agradables para viernes y sábado, los responsables de los locales gastronómicos quizás no se esperaban tanta concurrencia y en algunos casos hubo falencias en la organización y en la agilidad de la atención.
Lo cierto es que ante las pérdidas que sufrió el sector gastronómico durante todo este tiempo de pandemia, el fin de semana fue esperanzador y significó un respiro. Posiblemente, las expectativas sean mejores para lo que será la primavera/verano, más aún si la vacunación continúa avanzando a buen ritmo.