El aberrante caso del sacerdote australiano que violaba niños como "parte del trabajo de Dios"

El sacerdote australiano Gerald Francis Ridsdale se declaró culpable por tercera vez frente a numerosas y contundentes pruebas en su contra. El cura, que tiene 83 años y está preso desde 1994, durante décadas fue el terror de cientos de chicos que estaban a su cargo. Entre los cargos que reconoció figuran violaciones contra once niños y una niña, hechos ocurridos entre 1962 y 1988.

Según narró el fical Jeremy McWilliams ante la Corte del Victorian County, Ridsdale se encontraba en la casa de una familia a la que asistía espiritualmente. Era de noche y estaba junto al jefe de hogar. Este despertó a su pequeña hija, quien dormía tranquila en su habitación. En el pasillo, esperaba Ridsdale. Juntos la llevaron a la iglesia, su padre la desnudó y la depositó en el altar, donde fue sometida sexualmente por el cura. Era 1974 y la víctima tenía apenas 10 años.

"El padre la llevó al confesionaria, donde la desvistió. Después la condujo hasta el altar, donde la recostó", explicó McWilliams al jurado. Ridsdale le susurró a la niña unas palabras que retumbarían a lo largo de su vida: "Jesús murió por nuestros pecados, entonces podemos ser perdonados y si confieso este pecado, podré ser perdonado". Acto seguido, la abusó.

A un chico que también violó en el altar de su iglesia en Victoria también le indicó que lo hacía bajo la gracia divina. "Es parte del trabajo de Dios", le espetó mientras lo sometía sexualmente. Además, a ese menor lo amenazó. "Le dijo que si alguna vez le contaba a alguien, Dios castigaría a su familia", precisó McWilliams.

Con otras de sus víctimas intentaba generar una relación de complicidad. "Es nuestro pequeño secreto"; "no le digas a tu mamá, o tu papá podría morir", les solía decir mientras el aberrante acto tenía lugar. Toda Australia está conmovida por las revelaciones que salen a la luz durante el segundo juicio a Ridsdale. En un proceso anterior, el cura católico había sido condenado por el abuso de 53 niños entre 1961 y 1980, según consignó 9News.

Ridsdale ha sido declarado el más prolífico pedófilo de Australia. Permanece en prisión desde agosto de 1994. Se cree que abusó de hasta mil víctimas, según la organización Broken Rites.