A la escuela técnica 100 de Puerto Nuevo, asisten numerosos niños de barrios humildes con el solo fin de tratar de estudiar, ser alguien y salir de un mundo en el cual, muchas veces, está vinculado con el dolor de la droga, la violencia y la delincuencia. Con esfuerzo y dedicación los estudiantes forman parte de proyectos que son destacados por su calidad educativa.
El esfuerzo tuvo su premio: Alumnos botaron la embarcación que construyeron
Estudiantes de la escuela técnica 100 de Paraná, lanzaron al río la lancha recientemente confeccionada. Un estímulo que se mantiene en el tiempo, mientras esperan la terminación del nuevo edificio.
16 de noviembre 2017 · 15:17hs
Hoy fue un día de fiesta para la escuela, porque con el esfuerzo, dedicación y capacitación lograron construir una embarcación con todas las medidas de seguridad. En horas del mediodía la embarcación fue botada en el puerto de la capital, y la misma respondió exitosamente a las primeras exigencias.
Los alumnos hicieron saber a UNO que se encuentran más que orgullosos: "La verdad es que quedó muy bien. Acá en el grupo hubo chicos de tercero y cuarto, pero también participaron y guiaron alumnos de quinto y sexto año", resaltó uno de los integrantes del equipo.
La lancha fue construida en el lapso de dos meses en base al uso de materiales plásticos reforzados con fibra de vidrio. En los talleres de la única escuela técnica de tipo naval que cuenta el país, se puso como objetivo esta idea que hoy finalizó exitosamente.
Otro de los pibes que colaboró en el proyecto, contó risueñamente: "Nos dio bastante trabajo, les dimos como 15 manos de cera de modo completo, pero lo más importante es que quedó impecable. Luego se la pintó de color azul y blanco con algunos detalles en negro".
"El trabajo fue muy coordinado porque mientras se pintaba y se secaba se debió pasar cerca de tres manos de fibra de vidrio. Luego vino el tiempo de lijado externo e interno, para finalizar con la pintura de color blanco. Todo el proceso terminó con la colocación de las luces y otros equipos de seguridad", explicó orgulloso el alumnos.
En total fueron 24 los alumnos que trabajaron en el proyecto que estuvo a cargo del profesor Carlos Yacopetti.
Maldita burocracia
Un punto no menor, es lo informado a UNO por las autoridades del establecimiento que dan cuenta que las dos embarcaciones construidas en los últimos tiempos no pudieron ser ni donadas, ni mucho menos vendidas para recaudar fondos, sencillamente porque no logran obtener las certificaciones para habilitarlas.
Por motivos entendibles, pero muchas veces innecesarios, los organismos de control, tal es el caso de Prefectura, les exige una serie de puntos como si fuera un astillero. El problema de fondo es que las embarcaciones cumplen con todas las medidas de seguridad, ya que es construida por especialistas y profesionales navales-docentes, que se responsabilizan de los proyectos.
El título con el que egresan los alumnos de la escuela secundaria, la única en la Argentina, es de Técnico en Construcción Naval, pero para la burocracia con respaldo catedrático no alcanza para destinar un mejor fin a las embarcaciones que se botan en el río Paraná.