La Justicia de Paraná y personal de la División Delitos Económicos realizó este viernes una serie de allanamientos que terminaron en la tarde noche, con el secuestro de una importante cantidad de dinero y el traslado a sede policial para una correcta identificación de cuatro personas acusadas en las causas popularmente conocidas como "Préstamos Gota o Gota".
Desbaratan organización dedicada a los créditos usureros "Gota a Gota"
Cinco personas fueron demoradas en Paraná, se les incautó dinero por las denuncias vinculadas con la modalidad delictiva en varios barrios
8 de mayo 2020 · 18:54hs
El fiscal Martín Abraham inició la investigación que terminó este viernes con tres allanamientos en el barrio Paraná XIV y San Agustín.
Las causas están vinculadas con créditos usurarios a los que accedieron las víctimas, quienes debían pagar por día sumas de dinero. El problema fue que al atrasarse con los pagos, hubo personas que agredieron y amenazaron a las denunciantes.
En los procedimientos, el personal a cargo del director de Investigaciones Favio Jurajuría, encontraron cerca de 200 mil pesos, celulares, motos, documentación vinculadas con los créditos y otros elementos de valor.
La organización estaba compuesta por un banquero, cobradores, apretadores y promotores de los créditos en Paraná.
Se informó a UNO que se allanó una vivienda de calle Chacho Peñaloza, donde se encontró dinero en efectivo, planillas y una moto.
Otro operativo, se hizo en calle Galán esquina Los Ceibos. Y el restante, en en calle Sozula donde se incautaron cerca de 180.000 pesos.
Con los allanamientos se dio un golpe importante a la organización “Prestamos Gota a Gota”, que constituyen una modalidad de usura que pone en riesgo no sólo el patrimonio de los eventuales damnificados, sino también la integridad física.
Las víctimas, denunciaron en la División Delitos Económicos haber obtenido un préstamo gota a gota de pago diario sin necesidad de presentar documentación, a sola firma, por una pequeña suma de dinero, a una persona que se hizo presente en sus domicilio y que luego de un tiempo al atrasarse en el pago quedaron “atrapados” en medio de un circuito usurero y sufriendo hostigamientos, amenazas y hasta el uso de violencia física.