De lo importante, lo esencial para una sociedad soberana, justa y equitativa casi nadie se ocupa o, mejor dicho, se hace de manera espasmódicas. De
educación se habla cuando hay paritarias; de seguridad, cuando algún delito motiva a pedir mano dura; de
salud, cuando paran los médicos, y de economía, cuando sube el dólar. Hoy en día, atender tópicos como soberanía política, independencia económica y justicia social no da prestigio ni gana elecciones. Y curiosamente, tales asuntos sintetizan lo que bien puede definirse como alta política. Cuéntenla como quieran, pero es así. Sin vueltas ni medias tintas.
Los K desfilan por los tribunales más rápido que despacio en tiempos que la plata no alcanza ni para llegar al día 15 de mes. Que vayan presos, cinco, 10, 20 o 30 años, los que sean que les quepan; pero ya dejen de dar vueltas sobre lo mismo porque, mientras, los precios del gas, la luz y la nafta no paran de subir; los discapacitados se quedan sin asistencia estatal; en los hospitales hay cada vez menos calidad de atención y el país se sumerge en la marginalidad. Al robo del poder adquisitivo de la población nadie lo está investigando y menos resolviendo. Es más, lo perfeccionan cada día.
Ya basta de echarle la culpa al mercado por el padecimiento de trabajadores, emprendedores y empresarios nacionales; porque el mercado no es una entelequia; tiene nombre y apellido. Sucede que nadie se atreve a identificarlos por miedo a desatar la ira de los grandes ladrones de la Argentina; porque, sépanlo, los chorros que desfilan por tribunales son ladrones de gallinas al lado de los que manejan el sube y baja del dólar. Va siendo hora de que paren de pelotudear a la gente, o como decía mi viejo para describir genéricamente un exceso mayúsculo: "Habría que ir aflojando con los postres".
¿O será que el plan del Gobierno marcha según lo planeado? Porque el actual es un modelo perfecto para dar pingües ganancias a la especulación y someter al pueblo. Y Macri en campaña, hace ya tres años, envuelto en globos amarillos, entre baile y baile, dijo otra cosa.