La madre de la joven argentina desaparecida en Turquía cree que las tienen retenidas
"Él dice que no sabe nada de dónde está, que no quiere hacerle daño y que lo único que quiere es llevarse a su hija", relató esta mañana Ramona Montero, madre de María Jimena, después de que consiguió al fin hablar por teléfono con el padre de Shaza. No le creyó. "Creo que alguien las tiene retenidas, por el padre, alguien enviado por él o un grupo paramilitar. Confío en que Dios la va a traer a casa", dijo Montero, quien atendió a los medios de comunicación en la ciudad de Torrox, en Andalucía, donde vive desde hace 15 años.
El padre de Shaza es un empresario egipcio radicado en Emiratos Árabes que no acepta la homosexualidad de su hija. La semana pasada la hizo viajar engañada a Dubai y cuando llegó con María Jimena la retuvo en su casa y amenazó con denunciarla: allí la homosexualidad es considerada un delito penal grave.
Las dos jóvenes consiguieron huir hacia Georgia, pero el padre las siguió y las encontró en el aeropuerto de Tiflis antes de que pudieran seguir rumbo aLondres, donde viven. Les rompió los papeles, las amenazó de muerte y se armó un escándalo que obligó a intervenir a la policía local, según el relato que la chica argentino-española hizo por WhatsApp a una amiga.
En circunstancias que no están muy claras, María Jimena y Shaza -de 30 años- se trasladaron hacia la frontera con Turquía, lograron entrar en el país y viajaban hacia Estambul en bus cuando se les perdió el rastro. Ramona Montero habló con su hija por última vez el domingo: estaba asustadísima, cuenta. Le dijo que si para el mediodía del día siguiente no había vuelto a comunicarse, sería que algo malo le había pasado. Su celular está apagado desde el lunes.
La madre denunció el caso en la Guardia Civil y empezó una búsqueda internacional, en la que participan las embajadas de España y de la Argentina en Turquía -la joven tiene doble nacionalidad, pero viaja sólo con pasaporte español-.
"Alguien tiene que tenerlas retenidas, ella siempre llamaba, todos los días, se sabe nuestros números de memoria", dijo, entre lágrimas, la madre.
María Jimena trabaja en un bar en Londres. Allí conoció en octubre pasado a Shaza: estaba de vacaciones y con dos custodios a su alrededor, según comentó la familia de la joven argentino-española.
Empezaron una relación en secreto que continuó durante un viaje por trabajo de María Jimena a Dubai. Este año la joven egipcia finalmente se instaló en Londres con un visado de estudios: había conseguido que su padre la enviara a hacer un máster. Una vez allí -protegida por la distancia- les confesó que estaba en pareja con una mujer.
Para hacerla volver a Dubai, el padre la engañó. Le dijo que la aceptaba, pero que fuera urgente porque su madre estaba a punto de morir. María Jimena la acompañó. Y entonces empezó el drama cuyo desenlace todavía se desconoce.