La danza al igual que muchas otras actividades artísticas o deportivas contribuye a la salud tanto psíquica como física de las personas, y a la formación de conductas como la responsabilidad, la puntualidad, y la dedicación para lograr metas y objetivos. En consonancia con ello, la bailarina y profesora de danzas árabes Soledad Ruiz, de 36 años y oriunda de Paraná, considera que el baile aporta muchísimo a las personas ya sea si se realiza como hobby o bajo el interés de perfeccionarse.
Soledad Ruiz: Pasión por las danzas árabes
En este sentido, Soledad Ruiz primero fue alumna de danzas árabes, se perfeccionó y luego aceptó el desafío de transmitir sus conocimientos. Tomando a la tarea de enseñar como una forma de compartir lo que sabe y de hacer lo que le gusta.
En diálogo con la Revista Tuya del UNO, la bailarina y directora de la escuela Bellydance Studio de la capital entrerriana se refiere a su recorrido en la danza y la alegría que le genera que sus alumnos y alumnas puedan superarse y demostrar lo que han aprendido.
—¿Cuando comenzaste a tomar clases de danzas árabes?
—Cuando tenía 20 años, en 2005, me propuse iniciar alguna actividad y un día pasé por la Escuela de aerobismo de Paraná donde se dictaban varios ritmos. Fue así que tomé una clase de danzas árabes con la profesora María Eugenia Cáceres y me encantó. Allí seguí asistiendo hasta 2017 y fui parte de su ballet.
—¿En ese tiempo en paralelo hacías alguna otra actividad?
—En este momento estudiaba la carrera de Abogacía pero luego dejé porque vi que la danza me gustaba y era lo que quería hacer de forma exclusiva.
—¿Continuaste formándote?
—Sí, hice el Profesorado de Danzas Árabes en Paraná y me recibí en el año 2014. También cursé hasta 5° año del Profesorado Teórico Práctico con Aisha de Rosario en Santa Fe aunque no lo finalicé. Después en el año 2018 estudié junto a la bailarina reconocida en el género, Shahdana en Buenos Aires y, actualmente, en esta misma provincia tomo clases regulares con otra referente, Aaliah. También estoy haciendo un curso de Ritmología, Escritura Musical e Improvisación de Derbake con Lucas Cortese y un curso Intensivo de Danzas Étnicas, Folclóricas y Populares con Rakshanda.
—¿Cómo comenzaste a dar clases?
—Empecé a dar clases en el año 2012 ya que María Eugenia Cáceres dejaba ese espacio en la Escuela de Aerobismo, y acepté su propuesta de ser su sucesora. Al año siguiente di clases en la vecinal Fe y Esperanza, ubicada en calle Vicente del Castillo y Brasil, y seguí allí por muchos años. La verdad es que agradezco un montón el espacio que me dieron porque además formé un grupo de alumnas muy lindo.
—Al unísono de la danza ¿te dedicás a otra actividad?
—Sí, yo trabajo en relación de dependencia en la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas del Gobierno de Entre Ríos y a la par soy bailarina. Esto me llevó a animarme a tener un lugar propio recién en 2019 porque alquilar demanda muchísimos gastos.
—¿Qué te motivó a abrir tu propio espacio?
—Siempre tuve ganas de poder organizar mis clases con cierto criterio, es decir, dividir las alumnas por edad y conocimiento a que a veces eso no era posible en otros lugares. Al principio, antes de inaugurar mi escuela, me preguntaba ¿qué es lo peor que me podía pasar? podía irme mal a lo sumo e iba a tener que irme a otro lugar, pero me decidí y alquilé un local en calle san Juan 346.
-Allí, además de ser la directora de la escuela Bellydance ¿das clases?
-Sí, brindo clases de taller juvenil/adulto principiante, intermedio y avanzado y, además, dicto el profesorado teórico práctico de danzas árabes donde incluí charlas de pedagogía y anatomía aplicadas a la danza.
-¿Qué significa Bellydance?
-Nosotros en mi escuela utilizamos el término bellydance, el cual se empezó a usar en 1893 a raíz de una feria que se realizó en Chicago, y refiere a una mezcla de lo tradicional con otros tipos de danzas porque la realidad es que nosotros incorporamos pasos de otros estilos como danza clásica, contemporánea, incluso de danzas urbanas y vamos fusionando.
—¿Durante el año hacen muestras?
—Sí, generalmente hacemos dos muestras, una en las vacaciones de invierno y otra en diciembre para cerrar el año. En 2020 obviamente no pudimos hacerla con público por la pandemia de Covid-19 aunque por supuesto seguimos con las clases on line. Las alumnas tuvieron su muestra -sin espectadores- a partir de una filmación que hicimos en la Vieja Usina. La misma vamos a transmitirla el 23 de enero por Youtube.
En Bellydance Studio la oferta de ritmos es amplia. Además de danzas árabes, se dictan clases de danzas urbanas, salsa, bachata, cumbia, twerk y el instructorado de ritmos latinos. Asimismo, se brinda el profesorado teórico práctico de danzas árabes, cuya duración es de 5 años.
—¿Qué cantidad de alumnos tenés en la escuela?
—Al abrir la escuela eran 100 personas en total contando todos los otros ritmos que incluimos y la mitad eran alumnas de danzas árabes. Luego con la pandemia el total bajó a 80 y las de danzas suman unas 30 asistentes.
—Aunque culturalmente se asocia las danzas árabes a las mujeres, también pueden bailar los varones ¿no?
—Totalmente, no importa la edad, no importa el género, o la condición física porque cualquiera puede bailar. Y tampoco hay que limitarse por el cuerpo porque absolutamente todos desde niños a adultos mayores pueden animarse a bailar.
Para el 2021 las inscripciones a las clases presenciales ya están abiertas tanto para niños, niñas, y adolescentes aunque los cupos son limitados.
Escribe Araceli Sosa/ De La Redacción de UNO