Silvia Albrenque, la ex religiosa de clausura que denunció a la entonces superiora del convento de Carmelitas Descalzas de Nogoyá, por privación ilegítima de la libertad, escribió una carta en la que agradeció al Ministerio Público Fiscal y a la prensa por visibilizar el tema.
La carta de la ex monja que denunció a Esther Toledo
Foto: Télam
El texto de la carta
Faltando pocos días para conocer la sentencia del juicio por privación ilegítima de la libertad –agravada- en el cual la imputada es Luisa Toledo, quien fuera superiora del Convento de Carmelitas de Nogoyá, nos permitimos por este medio decir gracias:
A la prensa en general por el trato serio y respetuoso a un asunto complejo y delicado.
Al Ministerio Publico Fiscal, por ser el motor de corrección y cambio de situaciones gravísimas e injustas. En particular a los fiscales Uriburu, Molina y Taleb por su calidad técnica, pero más por su calidad humana.
A muchas personas –dentro y fuera de la Iglesia- que nos acompañaron en el dolor y la reconstrucción de nuestros proyectos de vida.
Luego de intentar -durante años- por canales eclesiásticos, optamos por informar a la prensa lo sucedido, con el único objeto de evitar que otras chicas sufrieran vejaciones similares a las nuestras: no podíamos estar tranquilos sabiendo que puertas adentro seguía todo igual.
Llegamos al juicio oral y público –sin constituirnos como querellantes- para permitir que sea la justicia la que determine si las conductas endilgadas a la imputada se subsumen o no en el delito de privación ilegítima de la libertad.
El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, tan solo con escucharnos, nos liberó de un enorme peso y reparó parte del daño soportado.
Más allá de una sentencia condenatoria o absolutoria, sabemos –y la inmensa mayoría de la opinión publica sabe- que lo que relatamos es veraz y bien intencionado.
Nuevamente –y finalmente- gracias.
Silvia Albarenque, como denunciante y familia