Joseph Joe Kennedy III, de 39 años, es el primer miembro de la saga Kennedy en perder unas elecciones en el Estado de Massachusetts según todas las proyecciones tras el cierre de los colegios electorales en Estados Unidos. En una de las primarias estatales más tardías de la nación, el joven Joseph Joe Kennedy III, de 39 años, se enfrentaba el martes a su compañero del Partido Demócrata, el senador Ed Markey, de 74 años.
Estados Unidos: Un Kennedy pierde en Massachusetts por primera vez desde 1947
Joseph Joe Kennedy III, de 39 años, postulado en Estados Unidos
Educado en Harvard, Stanford y un largo etcétera de prestigiosos centros, el fotogénico Kennedy vivió una breve experiencia en los Peace Corps -programa de ayuda internacional creado por su tío abuelo, el presidente John F. Kennedy-. Nieto de Robert Kennedy -hermano de JFK-, el joven pelirrojo -que dispara palabras al hablar con la rapidez de una metralleta- trabajó unos años como abogado antes de dar el salto a la política innata en el ADN del reino de Camelot y convertirse en representante del Congreso de Estados Unidos en 2012.
La crónica de su intento por conquistar el escaño de senador que Ted Kennedy, su tío abuelo, ocupó hasta su muerte durante más de 47 años no estaba anunciada. Sin embargo, a principios de agosto de 2019, un sondeo mostró que en unas hipotéticas primarias Kennedy lideraba la candidatura al Senado por 17 puntos frente a Markey. Antes de que hubiera acabado el mes, Joe Kennedy proclamaba su candidatura.
Dicen que un Kennedy de Massachusetts que quiere ser senador es tan obvio como la sempiterna sopa de almejas que luce en todos los menús de Nueva Inglaterra. Y sin embargo, el martes, los porcentajes no le eran favorables al joven Kennedy, quien iba más de 11 puntos detrás de su experimentado contrincante, incluso sin el recuento acabado.
Además, lo que debería de haber jugado a favor de Kennedy podría haberle robado votos. Su juventud no ha sido un pasaporte para la victoria como en otras carreras electorales en las que recién llegados a la política han desbancado al político acomodado en el cargo.