Un yaguarundí apareció el martes de la semana pasada en el interior de una vivienda en Villa Urquiza (departamento Paraná Campaña). Tras el aviso de la familia, fue rescatado por personal de Flora y Fauna. El animal, también conocido como gato nutria o puma yagouaroundi, es una especie de felino americano que se encuentra en situación de amenaza. El jefe de la Brigada Abigeato de la Departamental Paraná de la Policía de Entre Ríos, Leandro Peralta, confirmó a UNO que ésta semana el animal será trasladado a la reserva natural El Potrero, cerca de Gualeguaychú. Además, confirmó que en ese lugar será evaluado por biólogos y funcionarios de Nación antes de su liberación.
Yaguarundí rescatado en Villa Urquiza será trasladado a una reserva y evaluado por biólogos nacionales
El yaguarundí habitará en un área de pre suelta en la reserva El Potrero. No descartan colocarle un localizador para monitorear sus movimientos
Por Valeria Girard
El yaguarundí habitará en un área de pre suelta en la reserva El Potrero. No descartan colocarle un localizador para monitorear sus movimientos
El yaguarundí habitará en un área de pre suelta en la reserva El Potrero. No descartan colocarle un localizador para monitorear sus movimientos
"Primero pasará por un área de pre-suelta, que son entre 15 y 16 hectáreas cercadas con alambre olímpico. En este espacio, el animal se adaptará al medio, aprenderá a cazar y alimentarse por sí mismo, todo bajo monitoreo con cámaras. Una vez que se considere apto, se procederá a la liberación definitiva en el total de la reserva. Por otra parte, la trascendencia del caso llevó a que biólogos y funcionarios de Nación se interesen en el ejemplar. Viajarán hasta la reserva para realizar un muestreo y los estudios necesarios, similares a los que se hacen con animales en riesgo de extinción. Incluso, podrían colocarle un localizador para monitorear sus movimientos y si se une a otros animales una vez liberado", detalló el entrevistado. El caso generó interés entre especialistas en conservación, ya que ejemplares de esta especie no suelen aparecer en zonas densamente urbanizadas.
Sospechas de cautiverio
Una de las estimaciones es que el yaguarundí pudo haber estado en contacto con humanos, posiblemente en cautiverio, lo que explicaría su comportamiento. "Luego del traslado, una situación lógicamente estresante, el animal se mostró manso y permitió que los guardafaunas lo examinaran, lo acariciaran y verificaran su sexo y edad por la dentadura. Esta mansedumbre sería casi imposible con un animal totalmente salvaje", explicó el entrevistado por lo que una de las hipótesis que se baraja es que pudo haberse escapado de cautiverio en la zona o que, al igual que otro ejemplar encontrado en Villaguay, su madre lo abandonó o se perdió, entonces alguien lo encontró y se lo llevó a casa sin saber que era una especie protegida.
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"La verdad que nos sorprendió mucho la dimensión que tomó la noticia. Al guardafauna incluso lo llamaron hasta de Jujuy para consultar cómo fue el momento de la captura. Nosotros que andamos en el campo, hemos visto este tipo de animales y recibimos llamados continuamente de la zona de Oro Verde y San Benito donde la gente los ve y manda fotos", dijo y agregó: "La reacción de la familia de Villa Urquiza fue excelente, ya que al encontrarlo inmediatamente se contactaron con la comisaría local, ya que allí no disponen del 911, y ahí automáticamente se activaron los mecanismos necesarios. Lo que se aconseja en estos casos evitar el contacto directo con el animal para la protección tanto de las personas como del propio ejemplar. La situación de captura fue riesgosa, ya que el animal estaba en un lugar de difícil acceso y reducido, e incluso intentó atacar al guardafauna durante la maniobra, entendible por el grado de estrés que estaba padeciendo", explicó Peralta.
Yaguarundí, más grande que un gato doméstico
El yaguarundí es un felino de tamaño pequeño, aunque más grande que un gato doméstico. Presenta una fisonomía alargada, con patas cortas, orejas pequeñas y una cola larga. Su cabeza, al igual que su cráneo, guarda similitudes con la del puma. A diferencia de otras especies felinas de América, su pelaje carece de manchas y se presenta en dos variantes: una de tonalidad castaño rojiza y otra más oscura, que puede ir del grisáceo al pardo casi negro. Ambas formas de coloración pueden darse dentro de una misma camada.
La longitud corporal de este animal oscila entre los 50 y 70 centímetros, a los que se suma una cola que puede medir de 30 a 60 centímetros. Su altura media alcanza los 33 centímetros y el peso en ejemplares adultos varía entre 3,5 y 9,1 kilos. A pesar de su aspecto compacto, se trata de un felino ágil, habituado a desenvolverse en entornos naturales diversos.
De hábitos sigilosos y difícil de avistar en estado silvestre, el puma yagouaroundi ha sido observado en zonas fluviales, donde se lo ve capturando peces con sus patas delanteras. Este comportamiento se debe a su habilidad natural para la pesca, que lo convierte en un depredador eficiente en ambientes ribereños. Sin embargo, su presencia en áreas urbanas, como ocurrió en esta oportunidad, representa una señal de alerta sobre la interacción creciente entre fauna silvestre y centros poblados.
A diferencia de otros grandes felinos, su piel no es altamente valorada en el circuito del comercio ilegal, lo que ha contribuido a reducir la presión directa por caza. Sin embargo, factores como la fragmentación de su hábitat, el avance urbano y la pérdida de zonas boscosas representan amenazas latentes para la supervivencia de la especie.
Otras especies protegidas
Al preguntarle sobre otras especies que requieren protección específicamente en Entre Ríos, Peralta explicó: "Acá lo que tenemos protegido estrictamente es la bizcacha, que hay pocas. Y el viracho, con éste animal lo que ocurre es que el ciervo axis, que no es autóctono, le ocupa el territorio al viracho, entonces cada vez hay más ciervos Axis y menos virachos", detalló.
"Aunque se modificó la legislación para ampliar la cantidad de ciervos que un cazador puede obtener (de dos a tres, es decir, un ciervo más por cazador), no es suficiente para mermar la población. Lamentablemente es necesario un control de esta especie introducida para mantener el equilibrio ecológico y para evitar accidentes, que siguen ocurriendo a causa de la presencia en grupo de estos animales en zonas habitadas", reflexionó.
Peralta recomendó a la población que, ante un hallazgo de estas características, “lo mejor es llamar a la comisaría local o al 911. Lo más importante es no acercarse, estar a una distancia moderada”.
Para comunicarse con Delitos Rurales, la ciudadanía debe hacerlo al 0343-4301030.