Un problema poco difundido quizás porque afecte a un porcentaje ínfimo de la población y por esa razón sea poco conocido para todos. Es que se informó días atrás que la Iglesia Católica no permite comulgar con hostias que no contengan gluten. El Vaticano lo hizo saber en una circular enviada a los obispos por encargo del papa Francisco. Aunque la problemática no es nueva, este último documento exhorta "a vigilar sobre la calidad del pan y del vino destinados a la Eucaristía y, por tanto, a aquellos que los preparan" y sugiere una serie de indicaciones prácticas.
Los celíacos y una hostia no aprobada
4 de agosto 2017 · 09:31hs
"Las hostias que no contengan gluten no son válidas para la Eucaristía", señala el escrito enviado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El comunicado no contempla una excepción para los celíacos, que en Entre Ríos hay personas que lo padecen. Se sabe bien que con esta enfermedad la más mínima cantidad de gluten provoca una reacción del sistema inmunológico por lo que se debe seguir una dieta estricta sin harinas de trigo, avena, cebada y centeno (TACC) durante toda su vida.
"Las hostias sin gluten no eran válidas para la eucaristía", dijo en diálogo con la prensa nacional días atrás el padre Alejandro Russo, rector de la Catedral de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Según Russo, las hostias para celíacos son cada vez más comunes entre los fieles de la iglesia católica en Argentina, pero, ¿cómo funcionan y cómo se organiza cada iglesia para recibir a personas que no pueden consumir gluten?
"En Argentina no hay problema, el problema es en otros lugares del mundo, que se venden en cualquier lado como en los supermercados y no son aprobadas por la comunidad eclesiástica", afirmó el sacerdote. Además, agregó: "Los celíacos pueden comulgar también del cáliz, que es sustantivamente igual. En mi caso, tengo dos nenes que sé que no pueden comulgar con hostias comunes y se les preparan las de celíacos".
Comulgar del cáliz abre el debate aún más. Un ejemplo claro es de un chico paranaense llamado Mateo, que asiste a una escuela católica de gestión privada de la capital entrerriana y tiene la joven edad de 12 años.
Mateo desde que nació se le diagnosticó celiaquía de las más severas y proponerle con su corta edad tomar el cáliz, o sea vino (bebida alcohólica), no es lo correcto. A uno como padre le sonaría al menos como incitar al consumo de alcohol a temprana edad. Para sus padres es todo un problema, porque el nene asiste a la iglesia casi todas las semanas por pedido de la escuela o también por motivación propia.
Quizás es un problema que afecta a poco porcentaje de la sociedad argentina y también entrerriana. Pero como el caso de Mateo hay varios, y sus padres son católicos y quieren que su hijo vaya a misa con sus compañeros de escuela y pueda comulgar libremente con una hostia aprobada para su enfermedad, y que se fabrica, pero para el Vaticano ahora no es válida y lo hizo saber a través de un comunicado lanzado hace unos días.