"Lilo y Stitch": una historia que vuelve a tocar el corazón de todos

Desde su estreno, Lilo y Stitch viene colmando las salas del Cine Sunstar, ubicado en el Shopping La Paz. El regreso de esta entrañable historia a la pantalla grande logró reunir a fanáticos de todas las edades: desde quienes la descubren por primera vez, hasta quienes crecieron con ella y ahora la disfrutan junto a sus hijos. Durante toda la semana de estreno, las funciones –tanto de día como de noche– estuvieron repletas de espectadores conmovidos y sonrientes, confirmando que esta historia sigue siendo tan relevante y encantadora como hace más de dos décadas.

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FERNANDA RIVERO / DIARIO UNO

"Lilo y Stitch", diversión asegurada

En el marco del festejo por los 25 años, UNO se acercó hasta las instalaciones del cine para conversar con el público que no quiso perderse este esperado reestreno. Entre pochoclos, risas y peluches de Stitch, las emociones estaban a flor de piel. “Es la tercera vez que veo esta película, y cada vez me emociona más. Vine con mi hija de 5 años y verla llorar en algunas escenas me hizo llorar a mí también”, contó Gabriela, una espectadora que asistió a la función del viernes por la tarde.

Matías, de 30 años, confesó: “Vine con mi sobrino, pero en realidad yo tenía más ganas que él. Lilo y Stitch fue parte de mi infancia. Me encanta que haya vuelto al cine”. Los niños, por su parte, salían de la sala con una mezcla de asombro y alegría. Muchos abrazaban peluches o se sacaban fotos frente al afiche. “Me gustó cuando Stitch se puso bueno. Me hizo reír mucho”, dijo Lucía, de 6 años, con una sonrisa de oreja a oreja. En esta nueva versión live action, estrenada el 22 de mayo, las protagonistas son Maia Kealoha como Lilo y Sydney Agudong como su hermana Nani.

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FERNANDA RIVERO / DIARIO UNO

La magia de Disney

La película, producida por Disney, es una adaptación con actores reales basada en la cinta animada de 2002, que marcó a toda una generación por su mezcla de humor, ternura y un profundo mensaje sobre la familia.

La historia comienza en el espacio, cuando un malvado científico crea a un ser genéticamente diseñado para ser casi indestructible, inteligente, agresivo y con una sola debilidad: no puede nadar debido a la densidad de su organismo. Considerado una amenaza para el universo, el experimento –que más tarde será conocido como Stitch– es enviado a una prisión espacial. Sin embargo, logra escapar durante el traslado y termina varado en la Tierra, más precisamente en Hawái. Rodeado de agua por todas partes, su poder se ve neutralizado, y su existencia, amenazada.

Mientras es perseguido por autoridades galácticas, Stitch es adoptado por una pequeña y noble niña llamada Lilo, que ve en él a un nuevo miembro de su familia. Este inesperado vínculo altera por completo la programación del experimento, que comienza a descubrir el valor del amor, la pertenencia y la amistad. Más allá de sus momentos cómicos y su estética colorida, Lilo y Stitch propone una reflexión profunda y vigente: la familia no siempre es perfecta, ni convencional, pero cuando hay amor y unión, todo es posible.

La película habla de las pérdidas, los errores, el enojo, y sobre todo de la posibilidad de sanar a través del afecto. En tiempos donde la representación familiar se diversifica, esta historia sigue siendo un faro que ilumina el poder de la empatía y la contención emocional.

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FERNANDA RIVERO / DIARIO UNO

El amor y la aceptación

Con funciones diarias en distintas franjas horarias, Lilo y Stitch continúa en cartelera en el Cine Sunstar del Shopping La Paz de Paraná. Es una oportunidad ideal para compartir una salida en familia, con amigos, emocionarse y reír. En ese sentido, la respuesta del público ha superado todas las expectativas. Las salas se llenan función tras función, y no es raro ver a familias enteras —abuelos, padres, niños— compartiendo la emoción de esta historia que ha sabido trascender generaciones.

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