En los alegatos, el fiscal general José Ignacio Candioti expuso los argumentos para sostener la acusación por narcotráfico. El principal punto fue que la prueba recolectada en el juicio había demostrado con grado de certeza absoluta que Gómez había tenido la disponibilidad de la sustancia estupefaciente encontrada en su domicilio y además se había demostrado la finalidad de comercializarla en procura de obtener una ganancia espuria. A su vez resaltó que se le secuestró en su poder múltiples efectos que son claros indicadores de su actividad vinculada al tráfico de drogas, entre ellos 240 cebollines de cocaína listos para la venta, una balanza, recortes circulares de nailon y precintos para el acondicionamiento y dinero en cantidad significativa, superior a los 34.000 pesos. Por esto, el fiscal pidió que lo condenen a cinco años de prisión, multa de 8.000 pesos, el decomiso de la plata y del vehículo donde ocultaba la droga.
Además, Candioti hizo hincapié en el gran perjuicio que ocasionan en la sociedad los kioscos de droga (lo que se evidenció con el arribo de personas a comprar durante el allanamiento) sin distinción de clases sociales.
Por su parte, la abogada defensora Corina Beisel pidió la absolución de Gómez. Afirmó que no se acreditó su responsabilidad en el comercio de cocaína y, subsidiariamente, planteó que la misma tenía como finalidad el consumo personal.
Al cabo de tres horas de alegatos, el tribunal unipersonal presidido por Lilia Carnero pasó a analizar las pruebas del juicio y en horas de la siesta adelantó el veredicto. En el mismo coincidió con la hipótesis de la Fiscalía, pero impuso una pena menor, de cuatro años y un mes de prisión, una multa de 7.000 pesos y estableció el decomiso del dinero, no así del vehículo.
Esta es la segunda condena que tiene Gómez en su haber. Este año recibió la primera por violencia de género. En un juicio abreviado en los Tribunales de la Provincia, acordó un año de prisión condicional por una causa donde se demostraron nueve hechos de agresiones y amenazas contra su pareja.
Cabe recordar, tal como informó UNO el martes, que el hermano del condenado, José Gómez, es un narco que está detenido por el homicidio de Matías Segovia, un joven que fue asesinado, estuvo desaparecido y a los 20 días su cuerpo fue hallado entre árboles en la zona de las ladrillerías de Miguel David. Cuando allanaron al imputado le encontraron más de 700 dosis de cocaína y armas. Se sospecha que la víctima había ido a comprarle droga y, como no tenía dinero, el transa lo golpeó en la cabeza con el arma, según observaron testigos.