La pandemia del coronavirus impactó de diferentes maneras en la economía de los argentinos. En un contexto en el que la pobreza alcanzó el 42%, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reveló a principios de este mes que cuatro de cada 10 hogares se endeudaron durante 2020 para poder hacer frente a la crisis. Sobre este punto, Manuel Quintana, gerente de una reconocida mutual de calle 9 de Julio, en Paraná, aseguró a UNO que la gente toma préstamos: “La gente se sigue endeudando, y cada vez peor”.
Hay alta demanda de préstamos y aumentó la morosidad
Según contó, el destino de los créditos que se piden es para saldar deudas cotidianas, que habitualmente se pagaban con el ingreso mensual, que cada vez alcanza menos.
“La gran mayoría saca un préstamo como comer, pagar la boleta de la luz, para poder llegar a fin de mes. Ya no se solicita dinero para arreglar la casa, por ejemplo. Nosotros trabajamos con el sistema de descuento de las cuotas a través de débito automático y en base a la capacidad crediticia de los solicitantes, los préstamos que damos son de 8.000 pesos en promedio; y hoy un tarro de pintura cuesta 20.000, así que es imposible”.
Si bien las mutuales y financieras que pueden acceder a esta modalidad de cobro pueden controlar mejor el nivel de morosidad de sus clientes a través de esta herramienta de debitar por CBU las cuotas, hoy los incumplimientos generan preocupación. “Está pasando que la gente que tiene que ir a pagar una cuota demora más que antes. En general veo que hay una gran morosidad, no en mi caso, porque tenemos debito automático, pero en general ronda un 35% en general, y están entrando más personas otra vez al Veraz porque no cumplen”, dijo Quintana, en referencia el sistema que contiene información sobre la solvencia económica de aquellos usuarios que están atrasados en los pagos de sus deudas.
No obstante, observó: “En nuestro caso, con el débito automático, está la posibilidad de que hagan stop debit para que no se le pueda descontar al cliente una cuota, que lo hace el mismo usuario a través de una pestaña en home banking; o puede solicitar la reversión del débito al banco. A nosotros esa medida nos perjudica considerablemente y es una tendencia que fue aumentando desde octubre o noviembre del año pasado”.
Aun cuando esta operación está autorizada, el gerente de la mutual advirtió que esto perjudica notablemente a quien opta por esta alternativa, ya que los priva de los beneficios habituales de este tipo de organización, debido a que se requiere tener la cuota al día para poder acceder a los mismos.
“Mucha gente, por querer salir beneficiada, se termina perjudicando. Por ejemplo, si hace 10 años están pagando un servicio de sepelio, lógicamente que no le van a pagar el subsidio si fallece alguien porque tiene alguna cuota sin saldar. El gobierno estableció que se pueden postergar los pagos de los créditos, pero no hay asesoramiento sobre lo que puede implicar dejar un saldo pendiente para después”, refirió. “Además de que la gente en general está totalmente endeudada, es muy difícil que puedan planificar cómo salir de sus deudas, porque no hay una certidumbre de nada y el panorama es muy confuso, tanto para los empleados públicos como los privados”, agregó.
Mercado
Quintana mencionó que si bien hay una reiterada demanda de préstamos, que va en consonancia con una necesidad de la gente por llegar a fin de mes porque sus ingresos no le alcanzan, se redujo la cantidad de gente que va a un local a solicitarlo.
En este marco, atribuyó al temor que muchas personas mayores tienen a salir de sus casas debido a la pandemia. Al respecto, señaló: “Lo que viene ocurriendo desde el año pasado es que hay mucha menos gente mayor en la calle, por más que ahora se salga más. La gente mayor se queda en su casa y se han retraído bastante las operaciones físicas: hay alrededor de un 30% a un 40% menos”.
Sin embargo, observó que también en este tiempo de crisis a nivel local han aparecido oferentes de afuera de la ciudad y la provincia en este rubro, y advirtió: “Están apareciendo nuevos oferentes en el mercado, que no son conocidos, que no son de acá. Hay que tener cuidado, porque ante la necesidad la gente acepta cualquier cosa, e incluso no se informa correctamente. Por ahí reciben un llamado, les ofrecen un préstamo y se lo dan, y después resulta que las cuotas que les llegan son más altas de lo que le dijeron, o las condiciones no son las que les habían dicho. Es un tema complicadisímo”.
“Normalmente se hacen estas operaciones a través de planes con una tarjeta de crédito, o del CBU. Es como si el sistema se ha enrarecido, hay mucha turbulencia y muchas veces la gente es la que sale perjudicada”, indicó.
Cifras que preocupan
Según el informe del Indec, ante la crisis desatada por la pandemia, endeudarse fue una de las opciones a las recurrió el 41,5% de los hogares argentinos. Pero por otra parte, de acuerdo al relevamiento, en el 44,7% de los casos las principales medidas adoptadas fueron disponer de los ahorros familiares o vender diferentes pertenencias.
“Los porcentajes se incrementan para aquellos hogares que manifestaron haber tenido una reducción en sus ingresos o registrado problemas laborales, en cuyo caso asciende al 53,8%”, señaló el informe oficial.
También para los hogares cuyo jefe o jefa tiene el nivel educativo más bajo, el porcentaje ascendió al 50,5%, “siendo la estrategia más utilizada por los hogares con esta característica”.
La reducción en el consumo de alimentos por razones económicas ha sido también una estrategia relevante para los hogares cuyos ingresos disminuyeron o tuvieron problemas laborales (45,3 %) y para aquellos en que el jefe o jefa tiene un bajo nivel educativo (44,7%).