Una novedosa propuesta interdisciplinaria, denominada Ciclo Mutante, tendrá como escenario al espacio cultural Almacén de los 33. Se trata de la vieja y bella casona que está ubicada en la esquina de Courreges y Bavio, en la ciudad de Paraná. La invitación es para el sábado 9 desde las 14. Ese día reabre sus puertas el centro a actividades que van más allá de los talleres.
Ciclo Mutante, una experiencia multidisciplinaria en Paraná
El sábado 9 de julio, desde las 14, será el lugar de encuentro de tatuadores de Paraná y de Santa Fe; perforadores; peluqueros; dreadmakers; barberos; DJ; fotógrafos; además habrá gastronomía y cerveza artesanal. Así, el espacio reabre sus puertas a actividades más allá de los talleres que la caracterizan.
El tatuador de Paraná, Elías Millen, y los gestores del lugar, Fulvia Polentini y Marcelo Petruci, lograron articular las necesidades de ambas partes e impulsaron la iniciativa que significa la reapertura artístico-cultural del lugar con el Ciclo Mutante.
Elías dijo a Escenario: “Lo llamamos Ciclo Mutante porque coincidimos varias disciplinas culturales y artísticas en un espacio que venía faltando en Paraná”.
El evento se desarrollará el sábado 9 de julio desde las 14 en el espacio cultural Almacén de los 33.
La entrada será libre y gratuita.
Elías precisó que el evento contará con nueve tatuadores de distintas estilos y bodypiercers; peluquería y sus distintas disciplinas como barbería, dreadlocks, color, cortes y trenzas; exposición de fotografías; DJ que mezclarán distintos estilos.
“La idea del evento, de esta movida cultural, es que distintas disciplinas que conforman una manera de ver la vida, se encuentren en un espacio multicultural y puedan interactuar y generar momentos y espacios de encuentro que sean disparadores de otras iniciativas”.
Elías convocó al público en general y a los seguidores de cada uno de los participantes del evento a “divertirse, a abrir la mente a distintas disciplinas” y destacó que “el Almacén es un lugar mágico, ideal para este tipo de encuentros multiculturales. Fulvia y Marcelo, nos permitieron poder exponer y mostrarnos en conjunto, lo que está muy bueno”.
Por su parte, Marcelo sostuvo que “después de dos meses y pico de inactividad volvemos a realizar actividades fuera de los talleres, en la esquina del 33. Arrancamos con este evento de actividades culturales. Volvemos a reabrir después de este impasse con el mismo espíritu con el que abrimos la esquina, que es el de conformar un centro cultural barrial, que tenga afectos comunitarios. En el barrio existen una cantidad de artistas de diferentes disciplinas, y la idea es que el barrio pueda mostrar su riqueza, no solo de la ciudad, que por ahí en otros ámbitos no existe”.
Marcelo destacó que el espacio tiene como eje “valorar la cultura que cada uno trae, por eso nuestro logo es Territorio de Culturas (remarca la ese) porque para nosotros cada sujeto viene con su cultura, entorno, trama cultural, que implica que no todos son iguales. Se trata de respetar al otro tal cual como es, con su historia, con si verticalidad”.
Fulvia reforzó la idea de Marcelo, y añadió que el Almacén “es un espacio autogestivo, autónomo”, y agregó: “Comenzamos a trabajar en la esquina en 2019, nos atravesó toda la pandemia pero a fines de 2020 pudimos empezar con las actividades y desde ese momento hemos hecho distintos eventos artísticos, donde vamos integrando diferentes disciplinas. Trabajamos en los tres planos de la casa y siempre vamos integrando distintos artistas, disciplinas, en un mismo ámbito fijo que es el centro cultural”.
Marcelo instó a “no solo hacer hincapié en lo comunitario sino también en lo colectivo”, y mencionó que el Almacén “debe ser el único en la ciudad que no cuenta con aporte estatal, todo es esfuerzo de las personas que colaboran a través de los talleres, de los compañeros que hacen eventos, y otros, es cooperativo y no perseguimos un fin de lucro”.
Fulvia, yendo y viniendo entre decenas artesanías que realizan para distintos eventos y en las que se advierte el empeño y cariño que les dedica, reforzó el espíritu del lugar al manifestar que “la idea que sea un lugar de expresión donde los diferentes lenguajes se encuentren y puedan transitar en el mismo tiempo y espacio más allá de las diferencias. Es un espacio de integración de diferentes identidades, tratamos que se mantenga así, muy libre. No solo trabajamos con artistas reconocidos, sino también con todo lo que está vinculado al arte emergentes y a los diferentes lenguajes”.