Javier Aragón / De la Redacción de UNO
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125 años de los que siempre están a cambio de nada
Hace pocos meses se conoció una encuesta en Paraná donde se mencionaba que el sector de mayor confianza en la comunidad era el de los bomberos, y no es para menos. Estaba por arriba de los políticos, la iglesia, los medios, los sindicatos.
Son considerados por los vecinos, porque van siempre a ayudar a cambio de nada, ni del voto, ni de dinero, ni de ningún tipo de retribución por parte de alguien. No son demagógicos ni electoralistas. Extienden la mano con el único objetivo de salvar una vida, y eso en estos tiempos de vacas flacas de ética y moral, parece mucho.
Los Bomberos Zapadores de la Policía fueron creados el 23 de diciembre de 1889 por el entonces jefe de la fuerza de seguridad entrerriana Ramón Basavilbaso. Han pasado 125 años desde aquel momento y hoy vemos que los bomberos entrerrianos cuentan con una trayectoria y experiencia que es reconocida a nivel nacional.
Es mérito del gobierno provincial y de la actual conducción policial de dotarlo de medios, equipos y tecnología que lo hacen uno de los más completos en la Argentina.
Además, producto de la capacitación y formación, los Zapadores se convirtieron en los peritos oficiales de la Policía y la Justicia.
Debemos sentirnos reconfortados en Paraná de contar con un Cuerpo de Bomberos Zapadores adiestrado y preparado para el salvamento y rescate de personas ya sea en accidentes de transito, en alturas, como en incendios de propiedades y vehículos.
Actualmente en la División Bomberos trabajan 49 efectivos que se desempeñan en diferentes funciones, en tres guardias de 24 horas para dar respuesta a aproximadamente 300 intervenciones mensuales entre ellas y mayormente en incendios o el rescate de personas.
Actualmente la a División Bomberos cuenta con gente especializada, hay ingeniero en siniestro y gestión ambiental, licenciados en seguridad y salud ocupacional, y en sistemas de protección contra siniestros, además de licenciados y técnicos en seguridad formados y formándose en la Universidad Autónoma (Uader).
Por todo ello, no es menor el paso del tiempo en los bomberos, nuestros amigos que tienen una característica, ser hombres de pocas palabras y muchas acciones, de no ser muy afectos a los actos rimbombantes y que tienen por vocación estar atentos para dar lo más importante en una comunidad: la mano para ayudar.
Es obvio que salvando de las diferencias, la generalización del reconocimiento llega también a los Bomberos Voluntarios, que con muchos menos años, lograron meterse en el corazón de los paranaeneses en base al tozudo trabajo y dedicación de sus responsables. Me dirán que no son lo mismo, y es verdad, pero la noble función que tienen no debe ser diferenciada por orígenes, lo importante es que los dos organismos con sus uniformados han estado a la altura de las circunstancias cada vez que se los requirió en la ciudad, la provincia o fuera de la misma, tal es el caso de Rosario con una brillante tarea de los Voluntarios y sus perros adiestrados en el rescate de los cadáveres de las víctimas de una explosión.
Los bomberos por todo esto y mucho más se encuentran primero en las encuestas de confianza y respeto de la población, sencillamente porque trabajan a destajo sin recibir nada a cambio.