Marcelo Maximiliano Abasto trabaja como vendedor ambulante de discos compatos en la Peatonal de Paraná, pero desde hace días, su trabajo se ha visto dificultado, ya que inspectores de la Municipalidad lo han corrido de su puesto.
Vendedor pide que no le quiten su única fuente de ingresos
“Yo trabajo todo el año sin problemas, pero se acercan las fiestas, y ahí se acuerdan que nosotros vendemos piratería, y me hago cargo. Pero siempre para estas fechas vienen, nos sacan la mercadería y nos echan”, dijo a UNO.
El hombre de 35 años, asegura que desde hace cinco años se dedica a la venta ambulante, y añade que no recibe ningún subsidio por parte del Estado: “Yo mantengo a mis dos hijos con esto, pago el alquiler, y cubro mis necesidades. Si quieren que deje de vender, que me ofrezcan un trabajo fijo en el que gane lo mismo o más de lo que estoy sacando”.
Asimismo, señaló que desde hace tiempo “me vienen prometiendo puestos en el mercado Las Pulgas, pero eso no se cumplió, ni me interesa. Yo veo que los mismos puesteros de ahí, a la tarde sacan mercadería a la peatonal. Es así, porque en la peatonal se vende más”.
Abasto dijo además que esta mañana, desde la Municipalidad lo convocaron a una reunión a las 8 junto a otros vendedores, pero recién los atendieron a las 10, para decirles que no podrán darles respuestas a sus reclamos hasta el miércoles próximo. “Perdí toda una mañana, no pude vender nada para que me digan esto. Yo estoy harto, quieren que me instale a partir de las 21, a esa hora ya no vendo casi nada. Trabajo todos los días desde las 7 de la mañana hasta las once de la noche para poder ganarme la moneda honradamente”.
En este sentido, señaló: “Tengo antecedentes. Me quieren empujar a que vuelva a delinquir, y yo no lo voy a hacer. Ya estuve en la cárcel y no quiero volver a robar. Yo estoy trabajando, quiero lo mismo que quiere el resto de los comerciantes de la peatonal, poder comprarles un regalo a mis hijos y levantar la copa el 24, brindar con mi familia en paz, y con comida en la mesa”.
Finalmente, señaló que esta tarde volverá a apostarse en la esquina de España y San Martín para vender su mercadería. “Si tratan de correrme, voy a prender unas gomas con nafta, y voy a cortar la calle. Si no me dejan vender, me voy a prender fuego, porque ya no sé que más hacer para que me dejen trabajar. Estoy harto, al final es más fácil conseguir un plan y quedarme en casa haciendo hijos”.