En el barrio López Jordán de Paraná hay incertidumbre por lo que pueda pasar mañana. A las 8 está previsto el desalojo de tres familias que viven en Churruarín a partir de una orden judicial. La semana pasada fue el primer intento y con la solidaridad de los vecinos consiguieron una prórroga de siete días.
Vecinos de López Jordán apoyan a familias que serán desalojadas
Desde entonces, la vida en esa zona de Paraná no fue como siempre. Hubo asambleas y reuniones de vecinos y aseguran que mañana estarán desde temprano junto a las tres familias que serán desalojadas. Informaron incluso que desde hoy a la noche ya habrá algunos que acamparán en el lugar para brindar su apoyo.
Ángela Petrecheli, integrante de una de las tres familias, dijo a UNO: “Dicen que van a venir otra vez y tenemos que esperar. Nosotros estamos acá. No nos queremos ir, mi papá es el dueño”.
Contó por ejemplo, que uno de los abogados que se acercó el martes para asesorar a las familias en el medio del intento de desalojo, nunca más volvió por la zona. “Los vecinos están con nosotros”, agregó.
La vicepresidenta de la vecinal del bario López Jordán, Blanca Zanel, explicó que la situación es compleja. “Estamos haciendo todo lo posible”. Contó que en los últimos días recibieron apoyo de organizaciones políticas y sociales y que los vecinos se autoconvocaron en asamblea el viernes para discutir cómo poder ayudar. “Vino muchísima gente. Desde hace años los conocemos y queremos, aunque sea, que les den una parte del terreno que les corresponde a ellos”. Otra posibilidad que manejan es una prórroga más larga. Como sea, los vecinos no se quieren ir aunque afirman que la decisión judicial no tiene marcha atrás.
Una mañana difícil en el barrio
El martes en Churruarín y López Jordán hubo discusiones, forcejeos y momentos de tensión. Todo comenzó con un operativo para sacar de un predio a tres familias que, según las mismas, hace 30 años están en el lugar. La medida fue después de una orden de un juez y una decena de policías de la Guardia de Infantería Adiestrada (GIA) junto a una topadora llegaron a la zona, donde también estuvo presente una abogada y un oficial de Justicia.
Durante la mañana prendieron gomas, hubo cortes de calle y se vivieron momentos difíciles con un detenido y una mujer de 30 años con diálisis que debió ser trasladada a centro de salud porque se descompuso. Había por lo menos seis niños, uno de ellos de ocho meses. Todas las pertenencias de estas tres familias fueron sacadas a la calle, pero finalmente el desalojo no fue concretado.
En el lugar, representantes de la Justicia había informado que la historia de esos terrenos es larga y que hubo un juicio civil por desalojo, que la familia Petrecheli se defendió, que salió una sentencia en primera instancia, apelaron y luego la Cámara lo confirmó, es decir, informaron que el juez Juan Carlos Coglionesse emitió la orden de desalojo.
También destacaron, en el medio del intento de desalojo, que una vez terminada la última apelación, la sentencia quedó firme y que en lugar de dar tres o cuatro días, se les dio 10.
Pero cerca del mediodía del martes, de un momento para otro, todo terminó, la GIA se fue, la topadora también y el acuerdo, o el aviso, fue que les daban una semana más de prórroga para que resuelvan su situación.