Un grupo de niñas están sentadas alrededor de la mesa pintando con una luz natural inmensa que entra por las ventanas amplias. Los dos niños que completan el grupo faltaron. Tal vez se quedaron mirando el partido entre Brasil y Alemania. Ellas se mantuvieron enfocadas en su clase de pintura.
Una experiencia que crece: llegar al arte a través del juego
Son parte del taller de dibujo que se desarrolla en La Alianza Francesa. El profesor es el artista plástico y psicólogo Germán Yujnovsky que trabaja en equipo con Nadia Yujnovsky, su hermana.
Germán escribió la principal idea del taller en cuanto a la pintura: “Lo que más se enseña a los chicos es el manejo de los materiales y cuestiones técnicas básicas: el orden de los colores en la paleta, por ejemplo, para que mezclen, inventen colores y no los ensucien. Esto lo aprenden mucho más rápido que un adulto en la mayoría de los casos”.
Es decir que si bien lo hacen jugando, se meten de lleno en la producción artística. Además charlan entre ellos, plantean temas serios. Se arman un gran mundo que queda guardado en el aula taller de ese piso alto al que se llega después de subir dos escaleras.
En los primeros años de vida aprenden a “regular la línea, pintar primero el fondo y después la figura o viceversa. Siempre según las características y las necesidades de cada niño. Con el contenido no me meto, cada uno dibuja lo que quiere, lo que se le brinda son las herramientas para que lo pueda realizar”, toda una experiencia magnífica que se ensambla con el taller de juegos que también se vuelve una herramienta para los días que corren: “En este tiempo la tecnología capta la atención de los niños pero no la desarrolla. Los niños han jugado y juegan a través de todos los tiempos y en todas las culturas. El juego es un acto de libertad y creatividad. Es una forma de aprender a vivir, no un mero pasatiempo, permite imaginar, construir, transformar objetos y realidades en un espacio y un tiempo, con pautas y normas claras. “Se trabaja para que el niño pueda disfrutar, elegir, y encontrar una forma de jugar a su medida, adaptada a sus necesidades, a su etapa, y de acuerdo a sus potenciales situaciones de la vida que se expresan en el jugar, como ensayo para abordar la realidad”, relató Germán, consultado por este diario.
Histórica
Los talleres infantiles y juveniles de la Escuela de Artes Visuales ya son un clásico en la formación cultural de los paranaenses.
Hoy los padres que pasaron por las aulas de formación acompañan a sus niños para que hagan el mismo camino. Un signo de estos tiempos es la valoración de los trabajos. Se aprecia el arte de otra manera.
La profesora Ana Garello, que es coordinadora de los talleres desde hace dos años, aseguró que “los trabajos de los chicos son alucinantes. Se nota que fluye la energía porque ellos están contentos”. En la Escuela de Arte algunas veces tienen que frenar las ansias de ciertos padres que preguntan si sus hijos se van a convertir en grandes artistas el día de mañana. El trabajo es en conjunto con los profesores que los encaminan en el estudio del arte.
Fotos
Estos son algunos de los trabajos que se colgaron en la muestra de los talleres infantiles y juveniles de la escuela de Artes Visuales.
Se viene una muestra grupal con más de 250 artistas
Todos los artistas que participan de los talleres para niños y jóvenes de la Escuela de Artes Visuales expondrán sus trabajos el martes 26 de agosto en el Museo de la Ciudad. Como son cerca de 250 artistas cortarán calle Buenos Aires para que el público circule.
En la muestra de 2013 fueron los padres, las madres, los hermanos, los abuelos. Fue un mundo de gente que se movió alrededor de los artistas.
En Artes Visuales están muy motivados con esta muestra porque la prepararon conceptualmente. Habrá trabajos individuales y grupales en donde los pequeños artistas contarán el proceso que realizaron para llegar a la obra.
La muestra de agosto 2014 se pensó bajo la temática La ciudad y su entorno natural. El concepto de tener un título es apara orientar el trabajo hacia una temática. También piensan el “modo” de la exposición de la obra y debaten cómo se organizará. También esbozan cierto argumento de lo que colgarán.
Por edades
Los niños de 4 años son los que abren los talleres, luego están los de 5 años, los de 6 y los de 7 años. Los de 8 y 9 años van juntos. Después están los de 10 años que van solos y los de 11 y 12 años que también cursan juntos.
En este ciclo solo tuvieron que pagar 100 pesos para la cooperadora y todo va a la compra de materiales para seguir trabajando. Se puede elegir entre el turno mañana y el turno tarde.
Es un lugar al que los chicos y las chicas van “con mucha energía y muchas ganas”, describió la profesora Garello como patrón común.