Días atrás Gustavo Gordillo, vecino de Parará que vive frente a la escuela Gaucho Rivero, encontró una araña en el interior de su casa. Por el tamaño y aspecto decidió llevarla a la Dirección de Epidemiología.
Una araña capaz de comer lauchas
Contó a UNO que la encontró en el piso del comedor. “Mi hija la iba a agarrar porque tenemos una de goma parecida. Cuando se acercó la araña se movió. La encerré y la puse en un frasco”, dijo Gordillo, y agregó: “La verdad, nunca había visto un bicho de semejante tamaño”.
En Epidemiología, dijeron a UNO que la araña que les llevó Gordillo se llama grammóstola y que si bien impresiona por el tamaño y el aspecto, no tiene veneno que pueda hacer daño.
“La forma de defenderse es con los ‘pelitos’ de las patas, que pueden provocar urticaria y si alguien es alérgico se puede asustar”, dijo Analía Corujo, del Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia en Toxicología de la dirección de Epidemiología, y agregó: “Es comida de otras especies pero también se alimenta de otros bichos y hasta incluso de lauchitas pequeñas”.
Afirman que es una araña común a pesar del tamaño de esta en particular y si bien impresionan, se recomienda no matarlas. Lo que hizo el vecino, que ante la duda, la puso en un frasco y la llevó a Epidemiología, es lo correcto.
Dentro de una casa “Hay que tenerle más miedo a las arañas chicas que a las grandes”, señaló Corujo. Hay una clase que se llaman loxossceles. Son muy pequeñas y se esconden en zonas húmedas. Son “potencialmente peligrosas” donde la mayoría de los cuadros “son en la piel y muy difícil de cicatrizar. De todos modos, situaciones graves no se ven tanto”, explicó.
Para consultas
Hay que dirigirse a calle 25 de Mayo 139 o llamar al 4201849.