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En el hogar Jardín Florido del barrio San Agustín de Paraná, hace más de un año funciona un taller de inclusión del que participan alrededor de 20 personas con capacidades diferentes, y las edades de los alumnos van desde los 3 años hasta los 90.
La iniciativa empezó de la mano de Sandra Villalba y del doctor León Albornoz, quienes decidieron impulsar la inclusión e igualdad de condiciones y derechos de las personas con capacidades diferentes.
“En el taller se lucha para que todos puedan ejercer las mismas oportunidades y derechos, independientemente de su condición. Por eso tratamos de educar para que otros tomen conciencia y conozcan sobre el tema que, a veces, les es desconocido”, señaló a UNO Villalba e indicó que intentan potenciar la necesidad de educar a las personas y a la sociedad, derribando mitos y prejuicios a través de intervenciones en la Peatonal de la capital entrerriana o en escuelas secundarias. “Tenemos la certeza de que al informar y educar sobre la problemática sembraremos lo que tanto anhelamos: incluir en la sociedad a personas con discapacidades diferentes y que no haya discriminación, sí igualdad”, remarcó.
Villalba explicó que el taller se dicta los viernes a las 17 en calle Florencio Sánchez 823, es abierto a todo el público y gratis. “No sale nada participar ya que los materiales nos los da la presidenta del hogar, Raquel Marcoantonio, quien aceptó la iniciativa desde un comienzo y nos ayuda mucho, al igual que su hija, Yamila Abdala”, dijo.
Respecto de los talleristas pueden participar personas de todas las edades y condición. En ese sentido, Villalba indicó que la alumna más joven tiene 3 años y la más grande 90.
Duendes de San Miguel
La colaboradora del taller contó que se impuso el nombre de Duendes de San Miguel, debido a que un grupo de basquetbolistas de Buenos Aires que apadrina la iniciativa se llama así. “Cuando el taller de inclusión acababa de empezar, realizamos una visita a un torneo de maxibásquet en el Club Atlético Estudiantes, de Paraná, y los jugadores del club Duendes de San Miguel invitaron a los integrantes del taller a desfilar con ellos en la ceremonia de apertura. Allí, decidimos llevar ese nombre”.
El taller realiza actividades dentro del hogar y también fuera. “Realizamos un encuentro semanal en el hogar todos los meses y, además, tratamos de organizar una vez al mes una actividad fuera de la entidad para que los alumnos salgan a informar sobre el taller y concientizar a la sociedad sobre la falta de inclusión que se vive en la actualidad”.
En ese ámbito trabajan con porcelana y yeso, también pintan, leen, escriben y, a veces, cocinan como ocurrió en Semana Santa con la elaboración de huevos de Pascuas.
Asimismo Villalba agregó que este año recibieron la visita al taller de la poeta española Déborah Auqué, a quien le regalaron una imagen de la virgen del Luján en yeso que hicieron los talleristas.
“Déborah estuvo por Paraná en marzo, y en su estadía nos visitó y le dimos un obsequio que llevó a una parroquia de Hospitalet de Llobregat, una localidad de Barcelona”, destacó.
Respecto a las actividades fuera del taller, la colaboradora señaló que realizan intervenciones en la Peatonal de Paraná y en escuelas secundarias. “Hemos ido al centro a repartir folletos en forma de corazón hechos por nosotros y también a la escuela Paraná High School para interactuar con los alumnos de la institución. Son actividades hermosas donde la inclusión es la consigna”.
Cómo empezó
Villalba hace varios años atrás estaba enferma de leucemia y, como cuenta ella, se sentía discriminada por la sociedad. En ese momento encontró apoyo en un grupo de catequesis especial de la parroquia de San Agustín, a la cual acudían personas con capacidades diferentes.
“En catequesis especial me sentía bien, acompañada, nadie discriminaba, todos éramos iguales”, manifestó y agregó: “Cuando me curé decidí hablar con gente del hogar Jardín Florido para abrir un taller bajo la consigna de igualdad e inclusión. Sentí que era una manera de agradecer el apoyo que había recibido y, además, una iniciativa para que personas con capacidades diferentes no se sientan discriminadas”.
“Con mi compañero -por Albornoz- nos gusta ayudar y acompañar a quienes se sienten excluidos. Apostamos a brindarles un espacio en el que puedan hacer actividades y puedan aprender y compartir con otros”, finalizó.
Sobre Jardín Florido
El hogar Jardín Florido fue inaugurado el 16 de diciembre de 1997. Es una organización institucional, no gubernamental sin fines de lucro, destinada a la atención de personas con diferentes discapacidades, entre estas: ceguera, parálisis cerebral, microcefalia, retraso mental, autismo, demencia.
Es la única entidad en Entre Ríos y Santa Fe que funciona como hogar para la atención integral de personas. Sus impulsores fueron Raquel Marcoantonio, Yamila Abdala y Ramón Balmaceda.
Jardín Florido cuenta con el apoyo permanente de familiares, vecinos, comercios e instituciones públicas y privadas, dispuestas a reconocer esta solidaria tarea.
El casamiento de Ramón y Evangelina
Villalba relató que, en la última semana, hicieron souvenirs para el casamiento de Ramón y Evangelina, dos integrantes del taller que se casan hoy a las 12, en el Registro Civil de San Agustín.
“Ramón es ciego y uno de los impulsores y residentes del hogar Jardín Florido, que encontró el amor con una de las chicas que colaboran en la institución, Evangelina”, contó.
“Ellos tienen dos hijas, Ailén de 3 años e Irene de 6, que también participan del taller y, junto a ellas y toda la comunidad de hogar van a dar el sí como sello de una hermosa historia de amor”. Por eso hoy Jardín Florido estará de fiesta.
Contacto
Quienes deseen participar deben acercarse al hogar Jardín Florido, en calle Florencio Sánchez 823 del barrio San Agustín. O por teléfono al (0343) 4373615.