En la tarde del miércoles quedó en evidencia una vez más que la conocida frase “el perro es el mejor amigo de hombre”, no puede ser más real. Cerca de las 20, un comercio ubicado en San Martín y Obispo Boneo, iba a ser asaltado por dos motochorros que, a mano armada, apuntaron al hijo del dueño y pretendían robar la Carnicería Santa Rita. Pero gracias a la mascota de la familia, el hecho no se concretó.
Un perro salvó a sus dueños de un asalto
Resulta que Roberto, el perro y héroe del barrio, se dio cuenta de la intención de los ladrones, defendió a su amo, y asustó al ladrón que portaba un arma a plena luz del día en una concurrida esquina de barrio Belgrano, que además es parada de colectivo y en ese momento estaba repleta de gente.
Los vecinos conocen el comercio que lleva más de 10 años en ese lugar y es atendido por una familia. Alberto, Liliana, Matías y Ariel, consideran a Roberto como “un integrante más de la casa”, ahora más que nunca, y están felices por la actitud de este fiel labrador. “Uno nunca sabe la reacción que pueden tener los animales y no pensamos que iba a actuar así”, relataba Alberto. Y de hecho, tras la cena familiar premiaron al perrito con “unas porciones de helado”. Bien merecido se lo tuvo.
Roberto no fue criado por la familia. Ellos lo adoptaron luego de que una familia cercana se separara y el animal quedara sin dueño. A su nombre lo lleva por Sandro, así lo bautizaron sus primeros dueños.
Ariel, hijo menor y el único que no trabaja en Santa Rita, estaba en la vereda cortando el pasto después de las 19.30 y el perro estaba sentado afuera como siempre. En ese momento dos muchachos en moto que no tenían más de 20 años, estacionaron frente al negocio y uno de ellos bajó con un revólver en la mano. En ese momento apuntó al joven que atinó a desprenderse de la máquina que manipulaba y corrió hacia el interior de la carnicería. Aquí fue cuando Roberto entró en acción, corrió hacia el malhechor y le saltó encima, para impedir que éste ingresara al comercio, y lo mordió. En ese momento fue cuando el ladrón le apuntó y disparó, pero afortunadamente Roberto no salió lastimado. El muchacho volvió a la moto y escapó con su cómplice.
El perro está siempre en la carnicería, desde hace tres años que vive con la familia. Y cada vez que abren, acompaña a sus dueños todo el día. “Nunca imaginamos la reacción del perro. Él es tranquilo pero guardián y por ahí desconfiado con algunos que parecen sospechosos. Y cuando este pibe vino corriendo para entrar Roberto pegó el salto y lo detuvo. Él es dado con todos, pero por ahí lo tengo que agarrar cuando no se fía de algunos”, contó.











