Un día que lo marcó para el resto de su vida

Hay dos hechos que transforman para él al 20 de octubre como un día inolvidable. Primeramente el nacimiento de su hermano Mario, que hoy cumple 64 años, y otro el de haber sido testigo del debut en Primera División de quien a la postre sería el mejor futbolista de todos los tiempos. Hace 40 años hacía su aparición en la categoría máxima del fútbol argentino un tal Diego Armando Maradona. Un paranaense fue testigo directo de ese momento. José María Avellaneda visitó la Redacción de UNO y revivió ese momento reservado para unos pocos.

El astro del seleccionado argentino campeón del mundo en México 1986 debutó en la Primera División, vistiendo la camiseta de Argentinos Juniors el miércoles 20 de octubre de 1976, en el partido que el conjunto de La Paternal perdió 0-1 con Talleres de Córdoba, por el viejo Campeonato Nacional de aquel año. Maradona, con apenas 16 años, ingresó por Rubén Giacobetti en los minutos iniciales del segundo tiempo, por decisión del por entonces DT del Bichito, Juan Carlos Montes.

Pepe Avellaneda recordó los momentos previos a esa confrontación que se desarrolló en el viejo escenario de Juan Agustín García y Boyacá: "El partido fue entre semana y recuerdo que en el fin de semana anterior con Talleres habíamos jugado de visitantes en Capital Federal. Para evitar ir a Córdoba y volver, nos quedamos concentrados en Buenos Aires. Recuerdo que el día del partido el presidente Amadeo Nuccitelli se acercó al hotel y nos dijo que la gente de Córdoba no podía viajar por cuestiones de trabajo, que Argentinos venía mal y que íbamos a jugar con poco público. Cuando nos fuimos acercando a la cancha veíamos que una multitud iba llegando y no entendíamos nada. Cuando le preguntamos a unos plateístas nos dijeron que iba a debutar un pibe –Maradona– que era un fuera de serie. Recuerdo que en Talleres teníamos un equipazo y que jugaban el Hacha Ludueña, el Negro Valencia que eran unos fenómenos y no le prestamos mucha atención".

La Perra que era lateral izquierdo, sobre los movimientos del Diez rememoró: "En una de las primeras veces que tocó la pelota le metió un caño a Juan Domingo Patricio Cabrera que era el volante central de Talleres y lo dejó mirando para el arco de Argentinos Juniors. La bronca que tenía el Pato; cada vez que pasaba cerca de Maradona le decía de todo para amedrentarlo pero no hubo caso, la pedía siempre".

Después de aquella tarde memorable del 76, volvió a cruzarse dos veces más con El Diego: "Cuando jugamos la revancha en Córdoba que fue titular y Talleres ganó 4 a 1 y una vez que vino con Argentinos Juniors a concentrar al hotel Paraná porque jugaban con Colón o Unión. Fue antes de que pasara a Boca y recuerdo que en Argentinos estaba Cara de Ocho Bartolomei que fue compañero de plantel en Talleres. Fui a saludarlo y saludé a Maradona. Recuerdo que Cara de Ocho me decía que Maradona no tenía meniscos, ligamentos. Parecía un hombre de goma por la habilidad que tenía" , destacó.

En el momento sublime de Maradona cuando levantó la Copa del Mundo en México: "Se me vinieron a la memoria todas las imágenes de ese primer partido de Maradona. Hoy, 40 años después, no puedo creer que me convoquen de un diario de mi ciudad para revivir esa tarde", destacó.

Más allá de que en algunas esferas se plantee el debate, para Pepe no hay dudas: "Maradona es y seguirá siendo el mejor jugador de todos los tiempos. El mejor jugador del mundo", admitió.

Por último no cree que tenga la posibilidad de volver a cruzarse con Maradona: "Si me lo cruzara le daría las gracias por todo lo que hizo en una cancha", confesó.

Descubren una placa. La Legislatura porteña descubrirá hoy una placa en la casa del barrio de La Paternal donde vivió Diego Maradona cuando jugaba en el club Argentinos Juniors, en el marco de los 40 años de su debut profesional. La ceremonia se hará a las 18 en la vivienda de Lascano 2257, donde actualmente funciona un museo tras haber sido recuperada por la Junta de Estudios Históricos de los barrios de La Paternal y Villa General Mitre. El homenaje está organizado por los legisladores porteños Roberto Quattromano y Daniel Del Sol en el sitio donde vivió Maradona y que le fue cedido por el club de La Paternal para que pudiera vivir con su familia a pocas cuadras del estadio que hoy lleva su nombre.