Los De Zan, una familia apasionada por el fútbol, que juntos comparten una misma pasión y están a cargo de las categorías 2008-2009 de Atlético Paraná. Nicolás, padre, junto a Ayelén y Tobías, sus hijos, disfrutan de la convivencia a diario en diferentes momentos. En su casa, atienden un kiosco familiar y por la tarde se encargan de enseñarles a los chicos del Decano.
Un cuerpo técnico con el mismo ADN
Nicolás dirigía las categorías formativas de Sportivo Entre Ríos y un día se acercó a la institución de barrio San Martín y charló con Domingo Villa, delegado del club Paraná, para comentarle su proyecto y del sueño que tenía de sumarse con las categorías más chicas. UNO se acercó hasta su domicilio para conocer el ADN de Fútbol la familia y de todo lo que vienen logrando en la conducción técnica de los pequeños del Decano.
“Llegamos por una charla con Mingo Villa. Estaba en el club Sportivo Entre Ríos y me oferté para dirigir en el Decano. Me recibía de técnico y mi hija de profesora de Educación Física, es por eso que comenzábamos juntos con un proyecto. Al que luego se sumó mi hijo Tobías”, expresó Nicolás.
A lo que el mayor de los De Zan agregó: “Él (por su hijo) se agregó por la ansiedad que tenía y hoy los tres convivimos de esta pasión. Convivir en un trabajo es difícil, y acá es la familia”.
La familia que comenzó dirigiendo a los chicos 2007-2008 en la pasada temporada hoy se encuentra a cargo de 2008 y 2009. Ellos sobrepasaron la barrera y estuvieron en boca de todos, por su trabajo con los chicos y la predisposición en cada entrenamiento.
“Tuvimos buena repercusión con los padres de cada uno de los chicos. Nosotros le presentamos una familia, eso ven cuando nos traen a sus hijos. Los chicos a ellos los adoran”, comentó Nicolás con respecto al día a día.
En cuanto a la cantidad de chicos que hoy dirigen, el encargado del cuerpo técnico comentó: “Los chicos se sumaron mucho al club luego del boca en boca, donde los padres confiaron en nosotros y de la difusión que hicimos en las redes sociales”.
Sus hijos comparten la misma pasión. Ayelén, la mayor, es profesora de educación física recibida y Tobías, el menor, es exjugador de la institución.
El menor del equipo de trabajo sufrió una lesión hace dos años y el joven tomó la decisión de alejarse de las canchas y hoy asumió la responsabilidad de ser DT con otra óptica y una mirada más moderna, una nueva escuela.
Tobías habló del trabajo que se viene realizando en Atlético Paraná. “Tenemos muchos chicos. En la categoría 2009 dividimos en dos divisionales. Este año trabajamos de otra forma, todo tiene que ver con todo. A la hora de citar a los chicos evaluamos la asistencia, el rendimiento y como vienen con el club. Paraná para nosotros es otra vidriera”, sostuvo.
El joven que llegó a defender los colores de la institución en Sub 20 de apoco intenta volver a la actividad deportiva. Hoy entrena con el plantel de Argentino Juniors, que milita en la Liga Paranaense de Fútbol, con el sueño de volver a pisar una cancha.
“Por ahora me siento más cómodo en el banco, dando indicaciones. De a poco vuelvo a agarrar ritmo, no me siento como antes y eso aveces me hace reflexionar, siento que algo me falta”, se sinceró a UNO el joven.
Pero por otro lado, Tobías, sabe que tiene la presión del padre. “Mi viejo quiere que vuelva a jugar, vamos a intentarlo hasta el final. Pero él, por su papá, sabe lo que me gusta dirigir y dar indicaciones”.
EL ANÁLISIS. Después de cada partido, los tres se sientan en la mesa familiar para analizar cada encuentro o los partidos del fin de semana. “Las discusiones son entre nosotros dos, con mi viejo, en la mesa. Mi hermana tira algún que otro bocadillo”, comentó Tobías. A lo que agregó: “El trabajo con los chicos es todo los días. Muchas veces hablamos y damos una charla de lujo, pareciera que los perdemos, y las cosas no se dan en los resultados. A veces ni los hablamos y juegan un gran partido”.
El menor habló de todo lo que aprenden al trabajar con los más pequeños del Decano paranaense. “Nosotros aprendemos de ellos y ellos de nosotros. Siempre intentamos dejar lo mejor de todos. Ellos están en una edad donde reconocen los errores o saben cuando hacen las cosas bien, eso emociona y mucho”, dijo.
UN KIOSCO FAMILIAR. Ellos tienen un kiosco en la zona sur de la capital entrerriana sobre calle Caputto, a metros de Jorge Newbery, juntos atienden y conviven con los vecinos que a diario se acercan a comprar.
“Más de un cliente me dice, vas a ser famoso. Otros me dicen Bielsa”, expresó Nicolás De Zan con respecto a su atención en el kiosco.
Por otro lado agregó. “Es lindo compartir estas cosas con tus hijos. Aunque aveces cada uno tiene su forma de reacciona, es lindo convivir y lograr objetivos juntos”.
Nicolás metió el bocadillo y dejó en claro cual es el más complicado de llevar, en las primeras horas del día. “El más complicado de llevar es Tobías. Si recién se levanta hay que dejarlo media hora hasta que reacciona”.
Además reconoció: “Tengo reacciones en las cuales después me quieren tirar con todo. Reconozco que me equivoco. No es fácil vernos las caras todos los días, tiene sus cosas buenas y malas. Pero siempre soy el primero en pedir disculpas”.
LOS OBJETIVOS. La idea del cuerpo técnico conformado por padre e hijos es seguir trabajando en Atlético Paraná, aunque miran con buenos ojos subir a una categoría más grande.
“Siempre analizamos la situación con Tobías, la idea es sumarnos o estar en una categoría más grande. Ayelén siempre nos va a acompañar, eso no queda en duda”, dijo el padre.
Pero ellos saben del cariño que los chicos le toman. “Muchos chicos nos agarran cariño y vamos plantando nuestra semillitas. Cuando a Tobías le dijeron por primera vez profe se les cayeron las lágrimas”.
Nicolás De Zan, cerró: “Es muy importante y satisfactorio trabajar con mis hijos. Ver el trabajo logrado con ellos es importante. Es una emoción enorme, vivo como en las nubes. Es importante lograr los objetivos con ellos, son importantes en todo lo que vamos obteniendo”.