Andrés Martino/ Ovación
Tomás Clivio, la gran promesa
Rafael, Mendoza, el Campeonato Argentino de Triatlón Juvenil, edición 2014. Para esta cita, que va desde los 14 a los 19 años, se espera la participación del triatleta victoriense Tomás Clivio (15 años), hijo del gran Víctor y llamado a ser una de las grandes promesas que tiene esta disciplina en este suelo.
Ayer, su padre y entrenador, habló desde la Ciudad de la siete colinas con Ovación acerca de las chances de su hijo, quien se encuentra en territorio mendocino agazapado para dar el golpe.
—¿Cómo llega Tomás a esta cita mendocina?
—Ya hace un par de años que viene entrenando sistemáticamente y la verdad es que me dio una grata sorpresa de elegir esta vida que en algún momento la tuve yo. La idea es apoyarlo y hacer las cosas prolijas y de a poco. Tiene 15 años y tratamos que las carreras que surjan darle la importancia que merecen, que sea una carrera más para no sobrecargarlo con expectativas. Que corra. No queremos marearlo.
—¿El mensaje tuyo cuál es?
—Y le digo que si le gusta que lo haga y que sepa que esto es un estilo de vida. Todos los días hay que entrenar, porque si no fuera así esto no se sostiene en el tiempo. Cuando sea más grande él verá si va a incrementar los entrenamientos con volúmenes e intensidades. Tomás hoy entrena como cualquier chico lo hace frente a una computadora, es el mismo tiempo. Las tres horas las ocupa en el deporte cuando entrena, más de eso no le puedo decir porque es mi hijo, mi entrenado y mi amigo. La decisión de tomar este deporte con más intensidad será de él y más adelante. Por lo pronto está practicando un deporte como lo hace un chico que hace básquet, fútbol u otra actividad. Él hace esto de una forma más sistemática y ordenada para tratar de tener disciplina en el tiempo.
—¿Donde lo ubicás en este Argentino?
—No quiero vaticinar un puesto, pero te digo que viene entrenando muy bien en las últimas tres semanas. Compitió y tuvo sus pautas de recuperación. Sé que el pibe está bastante bien entrenado en la natación y en el pedestrismo. Tiene un buen ciclismo y depende que entrene bien. Tiene que llegar tranquilo a la carrera porque justo le tocó rendir exámenes de Inglés, en el colegio y este viaje al que fue solo a buscar el título argentino. Lo percibí bastante nervioso esta semana, pero lo charlamos y traté de bajarlo de la palmera y le hice ver que es una simple carrera. Que vaya y haga lo mejor. Los resultados se verán cuando cruce la línea de meta.
—¿Qué opinás cuando se dice que es la gran promesa del esta disciplina en la provincia?
—Si él sigue entrenando como lo hace y sigue así yo lo voy a apoyar en todo en la medida que pueda. Si él es una promesa eso se verá con el tiempo y lo analizará la gente que lo observa desde afuera. Ojalá que sí, que él elija esto, pero tiene que tener en claro algunas cosas. Lo tiene que hacer porque le gusta y si quiere ambicionar resultados será directamente proporcional al trabajo que realice en los entrenamientos. Los trabajos que haga día a día se verán en las competencias, pero a todo esto lo decidirá el tiempo. Hasta ahora viene muy bien y muy contento. El deporte lo ayudó en su vida diaria para comprometerse con los estudios y en su vida cotidiana. Es muy positivo que así sea porque está predispuesto para cualquier situación. Es organizado y se maneja casi solo. Maduró mucho en este tiempo. A mí me llena de placer, más que cuando yo lo hacía.