A partir de los últimos episodios violentos sucedidos en Paraná, UNO habló con Ernesto Zapata Icart, especialista en seguridad informática, sobre los recaudos que se deben tomar en la web
Contactarse con gente extraña es algo muy usual en las redes sociales. Más allá de los “amigos” que se puedan sumar todos los días a nuestro círculo online, buscar a alguien para compartir algo más que un chat, se volvió una moda en los últimos tiempos.
Según una estadística publicada por la plataforma de medios Taringa!, más del 60% de los usuarios argentinos de internet considera que podría encontrar al “amor de su vida” a través de la web. Sin embargo, los especialistas en seguridad informática advierten que es una manera muy peligrosa de vincularse amorosa o pasionalmente.
Más allá de lo que se busque puntualmente, muchos consideran que se trata de un tema de exposición, donde cada ciudadano elige lo que quiere mostrar como persona a la sociedad. Tal es el caso de Ernesto Zapata Icart, un especialista en informática de Paraná que afirmó a UNO que la elaboración de un perfil de Facebook se da de igual modo que lo hacemos en la vida cotidiana. “El modo en que nos vestimos, la forma en que caminamos por la peatonal San Martín de nuestra ciudad, tiene que ver con lo que queremos que el otro vea de uno. La diferencia con las redes sociales, es que nos permiten hacerlo desde el anonimato”.
En las últimas horas, la red social más cotizada del mundo, dio a conocer que más de 1.200 millones de personas usan la página cada mes. De esa cantidad de usuarios, solo una quinta parte sabe utilizar por completo la herramienta y esto trae aparejados numerosos riesgos.
Según el informático paranaense, los problemas provienen de la ignorancia de las distintas opciones de seguridad que brinda el sitio web: “Los usuarios muchas veces desconocen cómo configurar las políticas de privacidad. Lo más importante es indicar que solo puedan ver nuestras fotos, aquellos a quienes aceptamos como ‘amigos’ en nuestro perfil”.
Si bien Facebook es una página segura en comparación con otras como Badoo, el especialista señaló que “en las redes se genera una especie de ‘submundo’, donde aparecen individuos que dan rienda suelta a muchas apetencias de carácter general. La falta de información por parte de los usuarios, los deja propensos a los problemas ligados a la inseguridad”.
Fenómeno que tiene larga data
El chat, también conocido como cibercharla, designa a la comunicación escrita, realizada de manera instantánea a través de internet entre dos o más personas. Los llamados “salones de chat” son esos espacios a los que acudimos para conocer gente nueva o interactuar con otros. Algunos sitios de este tipo, pasaron de moda con el correr de los años y se trasladaron a las redes sociales más famosas, volviéndose más atractivos.
En Paraná, existe uno muy popular que lleva el nombre de paranachat. Es un fan page de Facebook, donde los usuarios ingresan a la plataforma para interactuar con otros, ya sea en forma momentánea o duradera, protegiendo su identidad, aunque se permite la publicación de fotos.
El informático Ernesto Zapata Icart, aseguró que el sitio web, muy comentado por estos días, tiene más de 10 años de vida. Arrancó cuando todavía no existían los modems para internet y proviene de la época de los salones de chat más antiguos.
Los peligros de la “conquista” a través de las redes sociales
Fomentar políticas
Para los especialistas, es necesario que entendamos al Facebook como una herramienta de información y comunicación, que nos permite contactarnos con esas personas que hace mucho tiempo no vemos o que se encuentran al otro lado del mundo. Sin embargo, muchas veces esto no se comprende y hace falta que el Estado intervenga de forma directa para informar al ciudadano y que este después le dé el uso que prefiera.
Brasil fue pionero en este sentido, y promulgó una ley que regula internet, consagra el principio de neutralidad de la red y establece reglas para preservar la privacidad de los usuarios. El proyecto lleva el nombre de Marco Civil de Internet y fue aprobado por unanimidad en el Senado brasileño.
La iniciativa propició amplios debates en las plataformas de internet y pasó a ser el tema más popular del mundo en Twitter.