La presencia de las mujeres en maratones data del año 1967, cuando la estadounidense Katherine Switzer fue la primera en correr en un evento de esta naturaleza. De este modo, la deportista desmontó la creencia que había hasta ese momento de que las mujeres no eran capaces de correr más de 2 kilómetros, finalizando los 42 kilómetros de la maratón de Boston.
Valentina Feruglio: Correr y sentirse todos los superhéroes de Marvel
De aquel año a esta parte, se han sumado cada vez más mujeres al running, y así lo evidencia también un estudio realizado por el investigador Jens Jakob Andersen donde efectuó un mapeo de la participación global de las carreras. El análisis cubre 107,9 millones de resultados de carreras de más de 70 mil eventos entre 1986 y 2018, y como resultado se desprende que en la actualidad las mujeres ya dominan el running. Por primera vez en la historia, en 2018 representaron el 50.24 por ciento de todos los runners.
Esta disciplina que cada vez tiene más adeptas requiere de una constante preparación física, y la paranaense Valentina Feruglio, de 27 años, es un claro ejemplo ya que en diálogo con Tuya repasó sus inicios en las maratones, el entrenamiento que conlleva y las sensaciones que se suscitan hasta que se llega a la meta.
–¿Hace cuánto tiempo corres y cómo fue tu primer contacto con la disciplina?
–Actualmente hace casi 7 años que corro. Toda la vida me dediqué a hacer deportes, hice muchos años básquet debido a que mi familia siempre me inculcó mucho los valores y la importancia que tiene hacer ejercicio. Asimismo, el hecho de formar parte de un club, sentir que uno pertenece a un lugar, el hecho de compartir, viajar y hacer amigos, todo ello potencia la adquisición de determinados valores. Una vez que dejé el basquet no sabía qué hacer, y en ese momento tomó un rol importante mi madrina que me inició en el running.
–¿Cómo fue esa primera etapa?
–La entrenadora de mi madrina en ese entonces era Poema Actis y cuando comienzo a correr entendí lo que era un tiempo, las distancias,y cómo tenía que hacer una para correr porque no es algo que se logre de un día para el otro. Requiere de constancia por sobre todo.
–¿Cuándo fue tu primera carrera y qué distancia hiciste?
– Mi primera carrera fueron los 10 kilómetros de la maratón nocturna de sonder, la cual se realizó en 2017. Y de ahí ya me pasé a los 21 kilómetros de la carrera de aventura.
–¿Cómo fue ese cambio entre un tipo de carrera y otro?
–Me enamoré de las distancias largas. Cuando me pasé a la carrera de aventura salí primera en la general de damas en la carrera Mosquito Trail Series desarrollada en Santa Fe en áreas naturales y remotas.
–¿Cómo se caracteriza una carrera de aventura?
–La carrera de aventura son los terrenos inestables de campo, barro, charcos, piedras, pastizales y senderos. Es totalmente distinto a correr en calles que es algo más llano y terreno firme.
–¿Cómo se vive el minuto a minuto de una carrera hasta que llegás a la meta?
–Yo siempre digo que no es el antes ni el durante, sino el después. La sensación que te invade cuando terminas la carrera es como si fueras todos los superhéroes de Marvel. La transformación es en cuanto a la cabeza. El crecimiento es a nivel personal porque cuando uno corre transita un montón de emociones y sensaciones en muy poco tiempo.
Uno empieza con la ilusión de llegar pero a medida que los kilómetros empiezan a sumarse y el cuerpo siente el cansancio surgen las inseguridades y los dolores y la famosa frase que tenemos todos los runners es ¿quien me manda a hacer esto? ¿ con qué necesidad hago esto? pero a medida que pensás todo eso no parás de moverte. Mirás el reloj y falta menos, te las ingeniás para terminar, y volvés a la confianza.
–¿Recordás alguna carrera donde dijiste tiro la toalla?
–Si, los 42 kilómetros en Mendoza que fueron mis primeros 42 en el 2019. Ante el cansancio físico aparece el famoso muro que uno tiene que atravesar después de los 30 kilómetros. Eso me costó un montón, aunque rescato como positivo haber debutado en esa cantidad de distancia con mi madrina. Fue un momento único.
–¿Cuánto tiempo lleva una carrera de 42 kilómetros?
–Cuatro horas y algo me llevaron los 42 kilómetros y después mejoré esa marca en la siguiente carrera de la misma distancia bajando a 30 minutos menos. Y ahí es cuando pude ver el progreso
–Además de correr ¿hacés otras actividades?
–Actualmente trabajo en una farmacia, también estudio, y para complementar la actividad física voy al gimnasio.
Estaba estudiando Ciencias Políticas y Relaciones Institucionales, carrera que de a poco voy avanzando, y este año me recibo de Coach Ontológico profesional que es uno de mis objetivos de este 2021.
–Con 15 mil seguidores en Instagram ¿te consideras instagramer también?
–No, para nada. Lo único en lo que me enfoco es en poder transmitir algo bueno ya sea a nivel físico y emocional. Si de 15 mil personas una me manda un mensaje diciéndome gracias por haberme motivado para mi ya está, ¡ya cumpli todo lo que podía hacer con una red social que es comunicar algo bueno!
¿Cuál es el objetivo inmediato en relación a las carreras para este año?
–Mi objetivo para marzo es hacer la carrera de montaña que junto con un grupo chico nos iríamos a Córdoba a correr al cerro Champaquí que hay que subirlo y bajarlo.
–Para este nuevo objetivo ¿cambia el entrenamiento?
–El entrenamiento cambia muchísimo, es otra técnica y a nosotros en Paraná nos favorecen las barrancas. Afortunadamente tenemos una ciudad que nos permite entrenar para las diferentes modalidades, y Alejandro Kunz nos acompaña como entrenador.
–¿Qué les dirías a otras chicas jóvenes interesadas en correr?
–Simplemente decirles que se animen porque es algo hermoso, se aprende mucho de uno mismo.