Este jueves se realizó la primera de tres presentaciones de Trueno en el estadio Luna Park en el marco de su gira 'Bien o Mal', que ya pasó por Europa, Estados Unidos y varios países de América Latina. El artista urbano encendió el escenario con una fusión química indisoluble con el público.
El Luna Park explotó en el primer show de Trueno
La llegada de Trueno al emblemático estadio consagró también el ascenso meteórico de una figura que lanzó su primer trabajo musical en 2020, 'Atrevido'. En este segundo trabajo de estudio, contó con las participaciones de los líderes de la música urbana local como J. Balvin, Nathy Peluso, Bizarrap, Randi y Pedro Peligro.
De apenas 20 años, el artista -llamado originalmente Mateo Palacios Corazzina- abrió el show con 'Hoop Hoop' y pasó a su hit 'Atrevido', con una puesta destacada por el juego entre el cantante, los fondos y las imágenes que se proyectaban detrás.
A estos siguieron un trap como "Buenos Aires en llamas" y "Background", en momentos en que las pantallas subieron y detrás quedó al descubierto una impactante banda con coristas, batería, percusión, guitarra eléctrica, bajo, tubas, saxos, clarinete bajo y secuenciadores, que le imprimeron una energía desbordante al show durante la más de hora y media de presentación. Visitas especiales en esta primera noche en el Luna Park fueron las de Dante Spinetta para hacer juntos "Sudaka" y la de Nikki Nicole para "Mamichula", en uno de los primeros incendios de la noche.
Hasta llegar a la parte más encendida del show que llegó sobre el final, cuando el artista salió al escenario con una remera y un pasamontañas con las siglas estampadas del Nunca Más ("nunca más a la dictadura, nunca más al gatillo fácil", dijo), donde aparecieron las letras más fuertes, con una perspectiva rebelde e identitaria y que une en un mismo gesto el barrio, las clases bajas, la persecución policial, la reivindicación de ser argentino y latinoamericano.
El imparable ascenso se da gracias a sus temas que combinan rap, hip hop, trap, reggaetón, pop y rock, con un mensaje de rebeldía plebeya en sus letras que rescata la identidad barrial, la historia política reciente del país y un ejercicio de memoria de la dictadura, los desaparecidos y una condena a la violencia policial y el gatillo fácil. "Nosotros somos el futuro", bramó la noche del jueves en uno de los momentos más calientes del show.