En los Tribunales de Concepción del Uruguay se desarrollarán hoy a partir de las 16 los alegatos de las partes en el juicio que se le sigue al cura Marcelino Ricardo Moya, acusado de abuso y corrupción de menores a mediados de la década del 90. Todo hace suponer que los acusadores públicos y privados sostendrán la acusación para fundamentar un pedido de condena efectiva: será de entre 15 a 20 años, es decir la más alta para este tipo de delitos.
Se escucharán los alegatos en la causa por abusos contra el cura Marcelino Moya
Fiscalía y querella pedirán una condena efectiva de entre 15 a 20 años de cárcel. La defensa insistirá con su inocencia. El debate comienza a partir de las 16
27 de marzo 2019 · 23:44hs
Por su parte, los defensores insistirán con la inocencia del sacerdote valiéndose de la prescripción de los hechos, un planteo que ha sido rechazado en todas las instancias preliminares. Se trató de una estrategia para dilatar el avance de la investigación, pero necesariamente se debió resolver el pedido de fondo.
La sentencia condenatoria o absolutoria estará a cargo del Tribunal que integran María Evangelina Bruzzo, Fabián López Moras y Melisa Ríos. Los magistrados luego de dictar la sentencia darán a conocer su resolución sobre el pedido de prescripción de la causa formulado por la defensa.
Prueba contundente
Los querellantes Florencio Montiel y Juan Pablo Cosso sostienen que será contundente el caudal de pruebas para acreditar la responsabilidad de Moya en los abusos ocurridos en la parroquia Santa Rosa de Lima en perjuicio de alumnos del Colegio La Inmaculada, de Villaguay.
En su exposición los abogados tratarán de acreditar su culpabilidad en base a los testimonios de la víctimas, pero también apelando a los pericias psicológicas y psiquiátricas, las características de los testigos aportados por la acusación privada. "Hay chicos que en este momento están resolviendo situaciones de intentos de abusos", mencionó el abogado Florencio Montiel a UNO.
Moya presente
Todos los que asistieron a las jornadas de debate en La Histórica coincidieron en que la figura de Moya estaba desmejorada. Su estado de salud viene en franco retroceso. En el juicio se limitó a hacer anotaciones.
Se espera que concurra a la audiencia de hoy, luego de ausentarse en la segunda jornada de juicio.
Moya, además de párroco en Villaguay, fue capellán en la guarnición del Ejército de dicha localidad e incluso se desempeñó como capellán de los Cascos Azules de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Será el tercer sacerdote de la Diócesis de Paraná, junto a Justo Ilarraz y Diego Escobar Gaviria, en ser juzgado por casos de pedofilia que denunciaron niños y adolescentes después de dos décadas.
La audiencias fueron orales, pero no públicas por decisión de los jueces, por entenderse que se ventilan casos de abusos que involucraron a menores de edad. El avance de estas causas es el resultado de la tenacidad y de la lucha de las víctimas que asumieron la valentía de relatar en los juzgados provinciales los tocamientos, violaciones y diferentes tipos de perversidades a las que fueron sometidos por su estado de vulneración.
El mismo compromiso abarca a sus familiares y a organizaciones que buscan prevenir el abuso sexual infantil.