En menos de 15 días, el río Paraná frente al Puerto Nuevo pasó de 40 centímetros, a 2,36 metros. Las intensas y copiosas lluvias en la región y gran parte de su cuenca superior determinaron que el caudal sufra un repunte que no había sido pronosticado. Es la marca más alta en casi un año, ya que la anterior fue de 2,73 metros en febrero.
Río: fuerte repunte llevó a la mayor altura en casi un año
Si bien en la capital provincial las lluvias superaron los 200 milímetros o más en el mes, sobre el cuenca gravita significativamente lo que sucede en la región y cuencas superiores, donde el caudal sigue mostrando tendencia creciente.
Por unos días cambió la postal desde la costa: no solo no se observan los bancos de arena, sino tampoco las playas sobre la isla Puente; la dársena del Puerto Nuevo, que estaba seca y con lanchas y viejos barcos varados sobre tierra, volvió a tener agua aunque la vegetación crecida en este largo tiempo de sequía impide la libre navegabilidad interna en ese sector.
En cuanto a la situación hidrológica de la Cuenca del Plata, se remarca la situación de Itaipú, que ha sido, en este año y medio de bajante extraordinaria, la reguladora y garantía de navegabilidad y agua para las tomas de potabilización en las ciudades ribereñas.
Según el Instituto Nacional del Agua (INA) “el caudal entrante al embalse de Itaipú se mantuvo toda la semana pasada oscilando próximo a los 12.000 metros cúbicos por segundo. El promedio semanal fue de 12.200 m3/s (14 % más). La descarga del embalse registró un importante aumento, promediando 11.120 m3/s (31 % más), con un máximo próximo a los 12.600 m3/s el 29/ene, superando las expectativas”.
Se espera que se mantenga oscilando alrededor de los 11.000 m3/s durante esta semana. Con esta crecida, el embalse de Itaipú recupera fuertemente su nivel y hoy se encuentra en 1,30 metros por debajo de la cota operativa normal. Esta crecida, por su evolución a la fecha, es considerada ordinaria y de un efecto normalizador en la vía fluvial”.
Vale recordar que en los meses de más extrema bajante, oscilaban en torno a los 6.000 metros cúbicos por segundo.