Marcelo Comas / De la Redacción de UNO
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Un total de 19 trabajadores despedidos dejó como saldo el conflicto gremial suscitado en la empresa Redengas durante varios meses de 2014. Todo comenzó cuando un grupo de trabajadores inició un paro por mejores condiciones laborales y la apertura de paritarias, entre otras demandas. La prolongación de la protesta y la falta de acuerdo entre las partes provocó el quiebre de la relación. Por la huelga, en un primer momento fueron despedidos seis operarios -todos con justa causa- según la figura legal que rige para estos casos. En los meses sucesivos fueron cesanteados más empleados. Esto hizo que el conflicto adquiriera mayor magnitud, con el pedido formal para que los afectados sean reincorporados, mediando con su intervención del Ministerio de Trabajo. De acuerdo a lo averiguado por UNO, son seis los trabajadores que iniciaron juicios laborales contra la empresa en reclamo del pago de una indemnización. Otros nueve fueron indemnizados y los cuatro restantes continúan con parte de enfermo. Cabe aclarar que entre los seis operarios que avanzaron con demandas, por haber sido despedidos con justa causa, hubo dos que volvieron a trabajar tras llegar a un acuerdo con la firma.
Volver a ser
Como una forma de bucear en la realidad que atraviesan algunos de los extrabajadores, UNO mantuvo una charla con Ramón Lacuadra, con una antigüedad de 23 años en la empresa y que hasta antes del conflicto se desempeñaba como jefe operarios, encargado de obras e inspector en Redengas. “No me indemnizaron”, indicó. Recordó que prestó servicios casi en coincidencia con el nacimiento de la compañía: “Nací casi con la empresa”, dijo el hombre. Contó que fue uno de los primeros en sumarse a la medida de fuerza, junto a personal de seguridad que en ese momento se encontraba en funciones. “Nosotros hicimos paro por la mejora salarial, en la vestimenta, vehículos. Nosotros teníamos unas paritarias y no se cumplieron”, aseveró.
Cuando repasa esos meses calientes experimenta una mezcla de melancolía y bronca por haber perdido la fuente laboral. Dijo que la empresa creció gracias al trabajo del grupo de trabajadores. Luego de terminar su vínculo con Redengas se dedicó a hacer changas, pero alimenta sus esperanzas con la chance cierta del nacimiento de una cooperativa conformada por extrabajadores de la firma. “Estoy formando parte de la cooperativa, está encaminada. Estamos con el armado y el tema de los papeles. Somos seis los que participamos de esta iniciativa”, destacó.
Un proyecto ambicioso
Omar Rodríguez es uno de los trabajadores que perdieron su fuente laboral. Al igual que Lacuadra llevó a la Justicia su reclamo para cobrar una indemnización. Quedarse sin trabajo no lo paralizó ni muchos menos, sino que el conflicto lo acercó a dirigentes gremiales de la CTA Paraná que lo asesoraron para que esta mala pasada se convierta en el comienzo de un nuevo proyecto. “Nos habían planteado poder coordinar nuestra idea con la algodonera Ejemplar, pero no resultó. Entonces tuvimos que empezar de cero y ahora estamos en vías de que nos aprueben la matrícula para poder comenzar a trabajar”, confió.
La intención es que la cooperativa esté orientada a la construcción de viviendas y servicios, aunque tampoco descartan que en el corto plazo se realicen redes de expansión y gas natural. Explicó que para concretar su cometido están realizando gestiones ante el Instituto de Promoción Cooperativa y Mutualidades de Entre Ríos (Ipcymer), cuya función es actuar de nexo entre el grupo de trabajadores y el Instituto Nacional de Asociativismo y Economías Social (Inaes).
“Como los chicos de la central obrera agrupan a varios gremios, siempre hay privados interesados en este tipo de prestaciones. La idea es que la cooperativa contemple varios servicios, no solo a la construcción”, aseveró. Por todo el recorrido que implica lograr la matrícula habilitante, el maestro mayor de obra entiende que el trámite llevará entre ocho y 10 meses. “Esto no quita que no se pueda seguir trabajando, aunque todo se hace más complicado a la hora de conseguir un crédito”, señaló. Si bien en esta etapa son más buenas intenciones que avances concretos, Rodríguez planteó que entre las tantas posibilidades el emprendimiento podría dar sus primeros pasos con una credencial provisoria. En este sentido evaluó: “Entonces no nos podemos quedar de brazos cruzados, porque se puede avanzar por otra vía”, resaltó, al tiempo que consideró que en el plazo de un mes podrían empezar a poner manos a la obra.
Mientras se ilusionan con la puesta en marcha de este sueño, los trabajadores se las rebuscan con trabajos particulares, pero con la confianza puesta en poder salir adelante. Es que el golpe de los despidos dejó muchas secuelas, incluso afectando a operarios con toda una vida dentro de la empresa. Más allá de eso, el interés colectivo le abrió las puertas a un proyecto más ambicioso, que ya echó sus primeras raíces.
Detalles de la noticia
* Ximena Rattoni, delegada de APJ Gas, acompañó a los trabajadores en su plan de lucha. Encabezó gestiones para que fueran reincorporados y asistió a audiencias en Trabajo.
* 19 - Fueron los trabajadores despedidos de la empresa Redengas y que cumplían distintas funciones. Algunos fueron indemnizados y otros iniciaron demandas.
Redengas: del conflicto gremial a la creación de una cooperativa
Un grupo de exoperarios propicia la creación de una empresa de servicios. Radiografía del litigio
24 de julio 2015 · 06:03hs