¿Quién es esa chica de Rojo?

Estuvo 10 años alejada de las pistas, volvió y en apenas cuatro meses se convirtió en una de las grandes protagonistas de la final. Eva Ferreira defiende el arco del plantel de Primera Damas de Talleres A. El domingo cumplió un rol fundamental para mantener el marcador en cero y alcanzar el título por el Torneo Clausura de hockey sobre patines de la Federación Entrerriana (FEP).

Sus intenciones eran otras, pero las casualidades o el destino la colocaron en ese lugar. A las pistas regresó con el único propósito de “hacer ejercicio”. En Talleres formó parte del grupo de Mamis pero rápidamente demostró que estaba para algo más. En agosto el principal equipo femenino se quedó sin su arquera (con la que habían conquistado siete títulos consecutivos) y el desafío recayó sobre Eva. Aceptó, asumió el compromiso a pleno sacrificio y no falló. El domingo con la victoria por 5 a 0 ante Sociedad Unión Eléctrica de Córdoba, Talleres A dio la vuelta olímpica.

“Empecé en Recreativo pero estuve poco tiempo y me fui a Unión Árabe. Ahí se consolidó un grupo muy lindo, tuvimos buenos años, ganábamos mucho y viajábamos a competir a San Juan. Después empecé la facultad y dejé”, relató la arquera.
 

Pasaron 10 años hasta que volvió a colocarse los patines: “Arranqué en 2009 pero con el objetivo de hacer ejercicio. Me sumé a las Mamis porque estoy más grande y no quería tanta exigencia. Pero tenía compañeras que me hablaban de la Primera y me decían que fuera con ellas”.
 

Finalmente fue el propio plantel Superior el que la convocó ante la ida de Emilce Berón en agosto: “Me reencontré con muchas chicas que conocía, pero de haber jugado en contra cuando estaba en Unión Árabe, como Melina (Eterovich), Natalia Ieder y Cynthia Spahn. La verdad estoy muy contenta de formar parte de este grupo”.
 

Protagonista

Además de las bochas que tapó durante el juego, Eva fue contundente al momento de impedir la conversión de un penal y un tiro libre directo. Dejar el arco en cero en una final no es algo de todos los días, sin embargo ella prefirió minimizarlo: “Es importante, sí, pero son cosas que no tienen demasiada explicación. Todas las chicas respondieron muy bien”, aseguró Eva.
 

Tras la derrota del sábado (5 a 4), el grupo tomó otra actitud y eso tuvo consecuencias en el juego: “El viernes ganamos muy justo, por uno (5 a 4), y el sábado sentí que no había jugado bien. El domingo lo charlamos mucho, el entrenador nos dio ánimo constantemente, todo el equipo levantó y se dio el resultado”.
 

A Ferreira no le gusta sentir que carga con la responsabilidad de un resultado, más allá de que sea positivo o negativo: “Yo respondí, pero porque todo el equipo respondió. También hay que saber que me podía ir mal. No cargo con esa mochila. Las chicas cumplieron de forma excelente con la parte defensiva. Fue una consecuencia del conjunto”.
 

El desafío

Talleres fue campeón del Oficial FEP en las últimas siete ediciones, pero este año los festejos aún no se habían dado: “De venir ganando siempre este año se encontraron con que perdieron el Argentino y en la final del Apertura con Rowing. Yo tengo la concepción de que cuando te va mal hay que bancarse que te vaya mal. Siempre planteo eso cuando perdemos”.
 

Ahora por delante el Rojo tiene la finalísima con el PRC: “Jugué una sola vez contra ellas. Ese día Talleres jugó muy bien y sacamos una diferencia de 11 goles a 1. Va a ser complicado, pero todo depende de cómo está el rival. Creo que Rowing tiene un poco menos de nivel que el equipo de Córdoba, pero va a ser difícil”.
 

Disfrutar

Eva Ferreira se toma el deporte como una vía de escape: “Mientras el cuerpo me dé voy a seguir. El hockey me gusta, me desenchufa. Tengo dos trabajos, uno de mañana y otro de tarde, trabajo todo el día pero ir a entrenar no es una carga, al contrario después vuelvo a casa chocha”. Quizás ahí está su secreto.