San Miguel de Tucumán.- Por la falta de respuestas vecinos de una población tucumana marcharon e incendiaron una comisaría para mostrar su malestar por la violación sufrida por una nena de 13 años.
Pueblada en Tucumán luego de una violación
El ataque sexual fue perpetrado el jueves por un hombre que se desplazaba en moto y abordó a la menor cuando regresaba de la escuela junto con sus familiares, otra joven y un niño de 2 años.
El agresor amenazó a los tres con un arma de fuego y los obligó a ingresar por un callejón en medio de cañaverales, donde la violó y luego huyó. A raíz de agresión brutal, la niña permanece internada en el hospital del Niño Jesús.
Tras conocerse la noticia de la violación de la adolescente familiares y vecinos se manifestaron frente a la comisaría local, al grito de “basta de violadores”.
Los manifestantes exigieron también la renuncia del comisario Domingo Pérez, a cargo de la dependencia policial, al advertir que se negó a tomar la denuncia por el ataque sexual.
Familiares y vecinos reaccionaron arrojando piedras contra el frente de la seccional y luego rociaron con combustible las dependencias y la prendieron fuego.
Los vecinos denunciaron que fueron repelidos por policías que dispararon balas de goma.
“La gente nunca había reaccionado así antes, por eso nos pasó todo esto. Pero este hecho nos tocó a todos”, dijo una mujer en medio de la protesta.
En tanto, la tía de la víctima manifestó que tras el ataque sexual llevó a su sobrina a un Centro de Asistencia Primaria de Salud (CAPS) y aseguró que hasta allí llegó un comisario que no les quiso tomar la denuncia.
“Nos hizo subir a un móvil y nos llevó hasta el lugar (donde fue perpetrada la violación) para que mi sobrina le indique dónde había sido”, se quejó la mujer en declaraciones a la edición web del diario La Gaceta.
Otra mujer que participó de la protesta dijo que el jefe policial también le preguntó a la madre de la víctima “con quién andaba saliendo la nenita, como diciendo que la nenita había incentivado que la violaran”.