Al conmemorarse el sábado el Día Mundial de los Humedales el secretario de Ambiente, Fernando Raffo, dijo que Entre Ríos ocupa un lugar de privilegio en el contexto nacional por estar rodeada de humedales y reflexionó sobre la necesidad de preservarlos. “La calidad de vida de la población actual y de las generaciones futuras depende en gran medida del mantenimiento de los ecosistemas naturales, el uso racional de los recursos y el desarrollo sustentable de las actividades productivas. El agua y los humedales son factores claves para cumplir ese objetivo”, aseguró el funcionario.
Proteger los Humedales, en las agendas de Nación y Provincia
Cada 2 de febrero, en todo el mundo, se celebra el Día de los Humedales en conmemoración al la fecha en que se adoptó la Convención sobre protección de Humedales, en la ciudad de Iraní de Ramsar, en 1971. El 2013 es para las Naciones Unidas el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua.
Los humedales son un componente vital del ciclo del agua dulce. Captan el agua de lluvias, las retienen, también a sus sedimentos, la filtran lentamente y recargan acuíferos. El término humedales hace mención a una amplia variedad de hábitat o ámbitos naturales, vinculados de algún modo con procesos fluviales, costeros, marinos o de lagunas interiores. Hay una característica que los vincula a todos: el agua es quien ejerce el rol fundamental en la determinación de la estructura y de las funciones ecológicas.
El funcionario comentó que Entre Ríos está trabajando junto a Nación y a otras seis provincias del litoral fluvial en pos de una solución a largo plazo. Concretamente, se trabaja con asistencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el Proyecto de Ordenamiento Pesquero y Conservación de la Biodiversidad en los Humedales Fluviales de los ríos Paraná y Paraguay. Se pretende alcanzar cuatro resultados: Un marco regulatorio y de políticas para la pesquería continental, armonizado y basado en un enfoque ecosistémico; capacidad institucional para la gestión de las pesquerías y los humedales fortalecida; reducción de los impactos sobre la biodiversidad mediante el desarrollo de iniciativas piloto de alternativas a la pesca y la optimización de los usos de los recursos pesqueros; y un programa piloto de planificación espacial intersectorial y basado en un enfoque ecosistémico, desarrollado en el Delta del Paraná, con capacidad de ser replicado en el resto de la cuenca. Esto ha conformado el llamado Plan para el Desarrollo Sustentable del Delta del Río Paraná (Piecas).
“El logro combinado de los cuatro resultados del proyecto generará beneficios globales para un sistema de humedales y planicies de inundación que incluye cinco sitios Ramsar así como una variedad de especies de peces sujetos a una gran presión pesquera y su biodiversidad asociada”, explicó Raffo. Además, mencionó que el agua y los humedales han desempeñado un papel clave para la vida humana y han sido críticos para el desarrollo y la supervivencia de las comunidades a lo largo de la historia. Los adelantos tecnológicos pueden dar la impresión de haber suplantado el papel de la naturaleza, pero los problemas ambientales, derivados del cambio climático cuyas causas son globales y con efectos locales, como las tormentas y lluvias torrenciales del último año, demuestran lo contrario.