En el barrio 33 Orientales de Paraná y los alrededores, la inseguridad y la violencia ha recrudecido en las últimas semanas. Desde el asesinato de un hombre en el polideportivo lindero al arroyo, hasta el robo perpetrado en el salón de la Comisión Vecinal, con destrozos incluidos, los hechos demuestran la necesidad de medidas, no solo de la Policía sino también de la Municipalidad, ya que la zona es una "boca de lobo".
Robo y destrozos en el salón vecinal del barrio 33 Orientales
Esta mañana se detectó que la puerta de ingreso al salón, por calle Florencio Sánchez, se encontraba abierta. Forzaron la reja hasta que zafó el pasador que tenía candado, y luego rompieron la cerradura de la puerta.
Al llegar el personal esta mañana supieron que el lugar había sido blanco de un robo. Al ingresar, observaron que habían roto la puerta de la cocina, habían arrancado las puertas del bajomesada y se llevaron la heladera.
“Por suerte no entraron a la piecita donde tenemos una sillas que adquirimos con un subsidio y pintura para mantener el salón”, dijo a UNO María Inés Morales, presidenta de la Comisión Vecinal del 33 Orientales, como para tratar de encontrar algo positivo en esta situación lamentable que los hará arrancar desde cero para solventar nuevos gastos, que se suman a los que ya tienen, como el pago del gas que no cubre la Municipalidad.
En el salón se realizan varias actividades para la gente del barrio, desde niños a adultos mayores, todas gratuitas. El salón también se alquila, a bajo costo, a vecinos que quieran realizar alguna fiesta, para reunir fondos.
“Entraron como a las 5 de la madrugada cuando se largó la tormenta”, dijo María Inés, y señaló los daños absurdos que provocaron los delincuentes en la cocina. Las puertas del bajomesada estaban cerradas con cadenas ya que allí se guardan los elementos de cada taller o actividad que se realiza en el lugar. Al parecer, tironearon hasta sacarlas inútilmente. “No hay nada de valor, no hay plata, y la heladera que se llevaron era prestada”, lamentó la presidenta de la vecinal.
En una sala contigua a la cocina, el piso estaba inundado. “Se llueve el techo, habrá entrado agua anoche”, explicó Morales ante la consulta. Otro problema que tienen y aún esperan una mano para solucionarlo.
Sin luces
Nadie vio nada al momento del hecho. En general, nadie ve nada porque cuando cae la noche solo hay oscuridad en la zona. Morales contó: “Yo desde que asumí en diciembre pedí luminaria a la Municipalidad, hice un censo de las luces, 75 faroles pedí al municipio para que pusieran, principalmente para el jardín maternal (ubicado al lado del salón) que no tiene. No vinieron ni jamás me respondieron. O sea que acá es todo zona oscura. Cuando terminamos las reuniones tenemos que salir con alguien, porque es una zona muy oscura.
El barrio tiene una garita con un policía en la plaza (la rotonda de calle Montevideo al final), que no resulta eficaz para la seguridad de todo el barrio. Además tienen un puesto del 911 en el puente que cruza el arroyo y otro por el cementerio. “Otros lugares ni siquiera tienen esto y asimismo pasan las cosas”, dijo María Inés.
Hace dos días, robaron en una vivienda de calle Sebastián Vázquez, según contaron a UNO vecinos de la zona, hecho que la Policía de Paraná no informó oportunamente, como muchos de los hechos delictivos que suceden a diario en la ciudad. Se llevaron varios elementos, como dos televisores, y dinero.
“El barrio nunca estuvo así, nosotros hace 40 años que vivimos en los departamentos y nunca pasó lo que estamos pasando”, dijo la mujer y recordó la reciente muerte violenta de un hombre en el Polideportivo. Algunos señalan nuevos asentamientos a la vera del arroyo o en un sector del cementerio municipal, otros apuntan a personas que viven en el barrio Las Flores, pero todos esperan una respuesta a la seguridad.