El robo y hurto de motos y bicicletas no solo sucede cuando los rodados quedan en la vía pública estacionados con medidas de seguridad. En los últimos meses, los delincuentes han hecho descender de las motos y las bicis a sus dueños a punta de armas de fuego. Sin embargo viene siendo cada vez más común que los ladrones se metan a las viviendas y se lleven los rodados que están en los garages para luego extorsionar a sus propietarios o vender en redes sociales el fruto del ilícito. En especial utilizan Facebook para publicitar.
Robó, trató de ocultarse en una casa y el dueño lo entregó
El hombre de 29 años quedó alojado en la Alcaidía. Otro muchacho fue arrestado por el robo de una bicicleta del interior de un garage.
13 de noviembre 2020 · 17:51hs
Casa equivocada
El jueves a la noche un delincuente robó una motocicleta Honda Storm en calles Segundo Sombra y Montiel. La moto estaba estacionada en la puerta de una casa. El ladrón salió raudamente hacia el barrio Anacleto Medina, por calle Montiel.
Los funcionarios policiales de la comisaría 16ª iniciaron una búsqueda y lograron establecer el lugar donde se habría refugiado. Caminando llegaron a la Cortada 994 al final (callejón sin salida). Allí una mujer les dio aviso de que su esposo estaba forcejeando con un desconocido que irrumpió en su casa con una moto. Fue así que lograron demorar al implicado, de 29 años, y confirmaron que el rodado era el sustraído recientemente. La Fiscalía dispuso el secuestro y entrega del vehículo a la damnificada de 41 años y el alojamiento del aprehendido en la Alcaidía Tribunales por el delito de Hurto de moto dejada en la vía pública en Flagrancia.
Lo condenó la historia
El domingo 8 un ciclista sufrió el robo de su bicicleta. Personal policial de la comisaría quinta alertado del ilícito observó ayer a las 10.20 por calles Ameghino y Siria a un muchacho en una bicicleta con similares características a la denunciada como sustraída. Es así que se acercaron al joven, que huyó del lugar dejando la bicicleta tirada.
El hombre se ocultó en el barrio Antártida Argentina, pensando que nadie sabía su identidad. Sin embargo, su amplio prontuario es conocido no solo por los policías sino también por los vecinos, que no demoraron en indicar de quién se trataba.