Fue uno de los crímenes que más sacudió a Paraná: un asesinato en la zona alta del Parque Urquiza, un domingo a la madrugada, a la salida de los boliches del Puerto. Corrió la sensación de que le pudo haber tocado a cualquiera, ya que como todos coincidieron se trató de una muerte absurda originada por una mera discusión de tránsito. Ayer se realizaron los alegatos del juicio por el homicidio de Leandro Fornero, donde se discutió la circunstancia y las acciones que terminaron con la muerte del hombre de 31 años, y su amigo Franco Arnedo herido. Hubo pedidos de condena y absolución para los tres imputados: Lisandro Fernández, Rubén Gómez y Nicolás Lencina.
Pidieron 12 años de prisión por el homicidio de Fornero
Todos deben pagar por igual
La fiscal de Cámara Carolina Castagno relató los hechos imputados a los tres jóvenes, ocurridos en la madrugada del 24 de enero de 2010 en la zona de la Costanera de Paraná. Tres episodios que comenzaron con una discusión de tránsito en la zona del Puerto, luego otro cruce en la cuesta de De la Torre y Vera y finalmente la última pelea en esta calle y bulevar Moreno, donde Fornero murió por un disparo y un fierrazo en la cabeza, en tanto que su amigo Arnedo resultó golpeado.
Recordó las declaraciones defensivas de los acusados: Fernández desplazó la responsabilidad hacia sus dos acompañantes, en tanto que Gómez dijo que fue el conductor quien bajó del auto, discutió con Fornero y con una llave rompió los vidrios del otro vehículo. Estos manifestaron además que las víctimas del hecho habían provocado la discusión.
Castagno valoró la versión del testigo de cargo, Arnedo, sobre reacción brutal de los acusados, los disparos hacia él que no salieron del arma, y sobre el rol de cada uno de los acusados en el hecho: Gómez llevaba el arma, Lencina un fierro (llave L) y Fernández iba al volante del Peugeot 306. La declaración de Arnedo fue verosímil, según la fiscal, quien además se refirió a los testigos que vieron la pelea: trabajadores, policías, remisero y vecinos que observaron diferentes momentos del hecho (ruidos de choques de vehículos, gritos, peleas y disparos).
“Fernández condujo el vehículo en la persecución, baba ánimo a sus acompañantes a seguir peleando, era el que decidía seguir la marcha detrás de Fornero, y quien les decía a sus acompañantes que no se achiquen”, dijo la fiscal sobre el rol del mayor de los imputados.
Por otro lado, Castagno manifestó que “Fernández decide aceptar la invitación a pelear de parte de Fornero, cuando pudo haber tomado por avenida Laurencena y no lo hizo. Tuvo un segundo encuentro donde pudo haberse ido también por Azcuénaga, pero continuó la persecución del Suzuki Fun. Pese a diferencia de edad y de estatura (entre los acusados, más chicos, y las víctimas, más grandes) siguieron porque sabían que podían tener un resultado asegurado por el arma que tenían”.
Por esto, la fiscal consideró que Fernández también debe responder como autor del crimen, ya que hubo un reparto de trabajo y todos deben responder por la acciones del resto.
Por esto, pidió para Gómez y Lencina, quienes tenían 16 y 17 años de edad al momento del hecho, que sean declarados autores materiales y responsables del Homicidio de Fornero y la Tentativa de homicidio de Arnedo, y remitir la causa al Juzgado Penal de Niños y Adolescentes para determinar la pena a cumplir. Respecto de Fernández realizó la misma imputación y pidió 12 años de prisión efectiva.
Decididos a matar
Los abogados querellantes en representación de Arnedo, Leopoldo Lambruschini y Julio Federik, coincidieron en general con el planteo de la fiscal. Enfatizaron en que “Los tres sabían de las armas y estaban determinados a usarlas. Luego del primer incidente en la zona el puerto, tanto Arnedo como Fornero dieron por acabado el conflicto. Pero los imputados tenían resuelto seguir y finalizarlo a su manera. Los siguieron, de lo contrario tenían varias vías para desviar su camino”.
En este sentido, remarcaron el testimonio de un vecino que vio que “Arnedo en todo momento se estaba defendiendo”, de los golpes de Gómez y Lencina. Además, se refirieron a lo que dijeron los acusados en el primer cruce de palabras: primero, una invitación a pelear en el Thompson, y luego la amenaza de “ustedes se salvan porque está la Poli”.
Por esto, pidieron la misma condena solicitada por la Fiscalía, con la única diferencia de que Fernández sea condenado como partícipe primario o necesario de los delitos.
Nunca se sabe dónde termina
Fernanda Álvarez, defensora oficial de Gómez y de Lencina, afirmó que “Arnedo faltó a la verdad u omitió parte importante de los hechos” en su relato. Por un lado, había dicho el amigo de la víctima que Fornero se encontraba en buenas condiciones porque estaba acostumbrado a tomar bebidas alcohólicas. Sin embargo, tenía un nivel de 2.02 de etanol en sangre, una alcoholemia importante, dijo la defensora, que origina la pérdida de inhibición, entre otras cosas.
Álvarez afirmó que no hubo tal persecución, sino que según un testigo el conductor del Suzuki Fun (Fornero) iba rápido y frenó de golpe, luego el Peugeot se retiró y el otro vehículo los alcanzó. “Fornero trató de mantener el estado de tensión que se había originado en la Costanera”, dijo la defensora, y preguntó: “¿Quién lesionó a Gómez y a Lencina?”, ya que testigos vieron un tumulto de personas peleando. Además, dijo que Fornero se había bajado del auto a discutir en dos oportunidades con un palo que era el cabo de un hacha, “de un alto poder de agresión”.
Por otro lado, respecto del intento de asesinato de Arnedo, Álvarez desestimó que se haya probado, ya que no hay pruebas de que el arma de fuego no se haya percutado, en la primera oportunidad que dice que le dispararon, y tampoco hay rastros ni vestigios de los tiros que sí salieron pero como estaba más lejos no le pegaron.
El “punto neurálgico” para Álvarez es: “¿Quién causó la muerte de Fornero y bajo qué circunstancias?”. Al valorar las pruebas y testimonios, afirmó que se trató de una riña, con sus características de espontaneidad, en la que “todos saben cuando comienza pero nadie sabe cómo terminará”. Por esto pidió la absolución de los dos jóvenes por el delito de Tentativa de homicidio, y el cambio de calificación legal de Homicidio simple a Homicidio en riña, que tiene una escala de menos años de prisión.
Solo quería llegar a su casa
Los abogados defensores de Fernández, Ivan Varnengo y Jorge Leitner, afirmaron que no hay prueba de que Fernández haya discutido con Fornero”, y cuestionaron a Arnedo porque “no ha sido el todo veraz, en algunas partes miente deliberadamente”.
“La preocupación de Fernández era llegar a su casa con tranquilidad, con el auto en buenas condiciones, porque era una de las primeras veces que el padre se lo prestaba para salir”, afirmaron los abogados, para sostener también que no hubo persecución: “Fernández tomó por el camino más directo para ir a su casa, el mismo por el que fue el Suzuki Fun de Fornero (...) Para quienes no había terminado la discusión era para Fornero y Arnedo, quienes en ningún momento dieron por terminada la dilución”. Por esto, entre otros argumentos, los defensores reclamaron la absolución lisa y llana del joven.
El tribunal (Perotti, Badano y Chemes) adelantarán el veredicto el jueves 31.












