Dos meses después del procedimiento policial que se llevó a cabo en su vivienda, un joven de 22 años fue sentenciado por tener droga en su casa. Pese a que la cantidad era considerable, casi dos kilos de marihuana, no se comprobó que su destino fuera para la venta, pero también estaba lejos del exclusivo consumo personal. Por eso, acordó en un juicio abreviado la pena de dos años de prisión condicional, y además deberá hacer un taller de capacitación laboral.
Pena condicional y taller laboral por tener 2 kilos de droga
El juez homologó el acuerdo de pena condicional al no comprobarse que la droga haya sido para la venta.
Se informó a UNO que el abreviado fue presentado por la fiscal Mercedes Nin y los defensores Carlos Albornoz y Hernán Saín al juez de Garantías Eduardo Ruhl.
El hecho que le imputaron al acusado fue que el 24 de febrero, alrededor de las 20, personal de la División Robos y Hurtos de la Policía de Entre Ríos allanó el domicilio de calle Manuel Leiva, entre avenida Ramírez y Saavedra, de Paraná, otorgado por el juez de Garantías Carlos Ríos.
En la requisa los uniformados secuestraron de una bolsa de nailon verde que contenía 59,5 gramos de marihuana, y otra con 12,2 gramos de clorhidrato de cocaína. En la cocina comedor, dentro de un mueble se localizaron dos trozos compactos de marihuana embalados con cinta marrón los cuales arrojaron un pesaje de 426 y 519 gramos respectivamente, en tanto que dentro del hogar, oculto detrás de un ladrillo se procedió al secuestro de una bolsa transparente con otros 744,5 gramos de cannabis sativa.
Además, en la vivienda había tres recipientes plásticos con más de la misma sustancia, por un peso de 46 gramos.
El acuerdo consistió en la mencionada pena de cumplimiento en suspenso, por el delito de Tenencia simple de estupefacientes. Además, la obligación de realizar tareas no remuneradas en favor de alguna institución de beneficencia pública que designe la Oficina de Medios Alternativos, por el término de 96 horas globales, durante un año; aunque esta norma se puede sustituir “por la concurrencia a un taller de capacitación laboral, que deberá iniciar y concluir en la medida que lo permita la normativa dictada en virtud de la pandemia”.
Por otro lado, el joven también había sido imputado por el delito de Tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, ya que en el procedimiento policial se había secuestrado una pistola calibre 22, pero el Informe Técnico Pericial Balístico de la Dirección Criminalística determinó que la misma no es apta para efectuar disparos.
El juez Ruhl ayer al mediodía dio a conocer la sentencia en la cual homologó el acuerdo y le impuso al joven la condena solicitada por las partes. “Se ha podido acreditar la tenencia de la sustancia estupefaciente por parte del imputado, dentro de su esfera de custodia y disponibilidad. Por otra parte, de la evidencia colectada en la presente Investigación Penal Preparatoria, no se ha podido acreditar que la tenencia por parte del encartado de la droga era con fines de ser comercializada, atento a que no han existido tareas de vigilancias previas al procedimiento de allanamiento en su vivienda, y tampoco se encontraba la misma fraccionada de tal manera que haga presumir su comercialización en el lugar”, explicó el magistrado.
Desde ahora, el acusado ya está cumpliendo la sanción y comenzará con la capacitación.