El fútbol amateur de Entre Ríos tuvo un fin de semana negro. En Nogoyá, un partido del Torneo Provincial de Clubes Campeones terminó con una gresca descomunal y tres jugadores paranaenses detenidos. En Chajarí, un árbitro fue agredido por un jugador al que estaba por expulsar, y terminó internado en grave estado. La violencia en el deporte no encuentra diferencias entre las grandes competencias nacionales y los partidos locales a beneficio.
La violencia se hizo presente en el fútbol el fin de semana
El cotejo entre 25 de mayo de Nogoyá y Don Bosco de Paraná, el sábado por la noche, finalizó con serios incidentes. Al parecer, un jugador del equipo visitante tuvo un altercado con un juez de línea, en el que debió intervenir el árbitro. Damián del Castillo fue expulsado, pero los incidentes se incrementaron con la participación de la concurrencia.
Según explicó a UNO el técnico de Don Bosco, Norberto Espinosa, luego de este episodio “se armó una montonera. Eso determinó la expulsión y un encargado de la Policía me dijo que el árbitro decidió la suspensión del partido. Nos agrupamos para salir sin inconvenientes, no por un túnel sino por las afueras del campo de juego, y nos dejaron solos”. En ese momento comenzaron a caer proyectiles de los simpatizantes nogoyaenses, que los jugadores paranaenses repelieron. Espinosa recuerda: “Y ahí la Policía inició una represión desmedida contra los jugadores, el cuerpo técnico, los dirigentes; no era para tanto. Hubo golpes al arquero Vallejos y al enfermero que nos acompaña”. Incluso un jugador de Oro Verde que integra el equipo de 25 de mayo intercedió y les pidió a los uniformados que dejaran de pegarles.
Los tres jugadores de Don Bosco que terminaron detenidos son Francisco Álvarez, Rodrigo Ceballos y Damián Del Castillo. Fueron trasladados a la Jefatura Departamental, donde permanecieron detenidos a disposición del fiscal, quien los indagó ayer por la tarde, para luego devolverles la libertad.
Hubo algo que le llamó la atención al técnico del equipo de Paraná: “Me pareció que había 50 personas (de público) en la cancha y 30 policías”. Y otra cosa que quiso dejar en claro: “La Policía nos decía siempre: ‘Acá no están en Paraná’”.
Aplicaron la Ley
Por su parte, el subjefe de la Policía de Nogoyá, Sergio Rebolloso, dijo a Radio La Voz que “los jugadores quedaron presos por disposición del fiscal, quien aplicó la Ley de Violencia en espectáculos deportivos. Y explicó: “El problema vino cuando el árbitro le sacó tarjeta roja a un jugador de Don Bosco, éste lo agrede a golpes de puño y se suman otros jugadores. Inmediatamente el personal policial trata de resguardar al arbitraje, los acompaña hasta los vestuarios, mientras los jugadores los siguen agrediendo junto a los hinchas que se sumaron. Uno de los policías resultó lesionado”.
Un árbitro en terapia
Los padres de alumnos de la escuela de Colonia Santa Juana, en Federación, organizaron un torneo de fútbol a beneficio de la institución. Contrataron a árbitros de Chajarí, y quien dirigió fue Juan Gómez. En el partido de la final, a pocos minutos de que termine el partido, el árbitro le iba a sacar la segunda amarilla a un jugador, pero no llegó a sacar la tarjeta del bolsillo cuando recibió una trompada. En ese momento lo revisaron y dio por terminado el partido. Sin embargo, el mismo sábado por la noche fue al hospital de Chajarí por medicamentos; allí se descompuso y fue trasladado a Concepción del Uruguay, donde permanece internado en terapia intensiva, con un cuadro muy delicado.